Con sólo 17 años, el joven futbolista Lucas González murió en un hospital, luego de recibir dos balazos en la cabeza y sufrir un daño que su madre sabía que era “irreversible”.
Lucas era un joven futbolista argentino del modesto Club Barracas Central, de la segunda división de Argentina. El miércoles por la mañana salió de entrenar y, según el testimonio de sus amigos, fue abordado por policías vestidos de civiles que sin aviso lo balearon, supuestamente al confundirlo con un ladrón.
“Está mal, el daño es irreversible, está en manos de Dios. Me lo destrozaron”, lamentó Cintia González, la madre de Lucas, en una entrevista con la radio argentina.
Lucas González murió por los impactos de bala
Este mismo jueves, según el diario La Nación, familiares del joven futbolista confirmaron que murió alrededor de las 5 de la tarde (dos de la tarde en México.
Se tenía previsto que el presidente de Argentina, Alberto Fernández, recibiera a los padres de Lucas, pero la visita fue cancelada al confirmars la muerte del joven.
Lucas González salió de entrenar con Barracas Central
Basándose en los reportes policiales y de testimonios, el diario La Nación de Buenos Aires informa que Lucas González entrenó por la mañana en la sede de Barracas Central y se fue junto con tres amigos más jóvenes, que acudieron para probarse con el equipo.
Se fueron en un auto azul, conducido por uno de los amigos de Lucas. Pararon en una tienda, para comprar un jugo, y siguieron. En algún momento, tres hombres en un auto Nissan Tiida les pidieron detenerse, pero los jóvenes huyeron, quizá creyendo que trataban de asaltarlos.

Según los policías, los jóvenes los amenazaron con una pistola y por ello, en cuanto pudieron alcanzarlos, balearon al joven Lucas.
“Salieron a entrenar, pararon a comprar un jugo y aparentemente, por lo que uno de los nenes contó, se les atravesó un auto y sin mediar palabra sacaron el revólver y dos disparos tiene Lucas”, contó Cintia, la mamá de Lucas.
Alegan que los jóvenes tenían una pistola
Más tarde, la Policía argentina reportó el hallazgo de una pistola de juguete en el auto de los jóvenes. Supuestamente los futbolistas mostraron esa arma falsa y engañaron a los policías.
Para la mamá de Lucas, la versión es completamente falsa y no se descarta que la pistola de juguete fuera “sembrada” por los mismos policías.
“Escuché un audio en donde uno de los policías decía que uno de los nenes sacó un revólver y no es así, esto es gatillo fácil (sic) y lo único que quiero que se difunda es que estos paguen y van a pagar, porque es una criatura”.
Los policías están libres
Una fuente oficial, consultada por La Nación, confirmó que en momento alguno los jóvenes dispararon o se dio algún enfrentamiento.
“Queremos tener prudencia. Puede ser cierto que los jóvenes se asustaron de verdad e intentaron escapar al pensar que los policías, vestidos de civil, eran ladrones y querían robarles”.
El papá del muchacho que manejaba en auto azul confirmó que se trata de deportistas y que su hijo le contó una versión diferente a la de la Policía.
“Ellos fueron a entrenar y cuando salieron los interceptó un auto que no tenía identificación de nada; se bajaron tres personas apuntándoles y ellos se escaparon, y (los policías) arrancaron a los tiros”.
Por lo pronto, los tres policías involucrados están libres, pero separados de sus cargos y ya se investiga quién de ellos le disparó a los muchachos.
Los tres jóvenes que iban con Lucas también quedaron libres, mientras el joven futbolista sigue en estado grave.
“Lo único que quiero es llevármelo a mi casa, es lo único que quiero”, dijo su madre en una entrevista poco después del suceso.
TE PUEDE INTERESAR: AMENAZAN DE MUERTE A LA ESPOSA DE MEMO OCHOA.
