Sin que nadie lo esperara, ese personaje curioso, que hace poco tiempo fue reelecto para dirigir el Partido Acción Nacional, hizo el diagnóstico, muy anticipado por cierto y sin datos de mediano razonamiento, respecto a las elecciones que vendrán para gobiernos estatales.

         Dio por perdidas las que estarán en juego,salvo Aguascalientes.y.

    Tal vez el personaje tiene sus datos puntuales afinados y muy concretos por lo que su decir resulte matemáticamente cierto en este momento, sin embargo en lugar de plantearse  el reto, a sí mismo y a su partido,de superar la minusvalía, lanza el balde de agua helada a sus correligionarios y alienta a quienes ya presupone ganadores.

        Un analista de medio pelo, sin mucha ciencia política como para presumir, advertirá que quien encabeza el panismo hoy es nada más y nada menos que personaje siniestro, ya que actúa no para construir sino con premura demoledora.

       O sea que cuando un jefe, militar, cabecilla o guía exclama que ya están derrotados, antes de entrar en batalla, sus seguidores no solo que bajarán la guardia sino buscarán refugio.

              Marko, con su desparpajo verbal, alienta la desbandada en ese partido y si no ocurre tal fenómeno, por lo menos invita a la inacción. Cualquier militante o simpatizante va a decir o pensar que si nada se va a ganar en esos eventos por venir, tiene poco caso o nada el participar; podrán concluir en que “hay qué esperar  tiempos mejores”, o sea guardar las energías para cuando su dirigente , guía o caudillo adivine una luz en el camino electoral.

         Otros inscritos en el padrón emigrarán, buscarán opciones que al menos alienten su entusiasmo político.

         Y…!vámonos al fondo!: en el panismo, se creía, que a través de los años el absolutismo había sido superado ya que si en los tiempos primeros de su creación y desenvolvimiento fue explicable que una persona, como el fundador Manuel Gómez Morín (y si se quiere con Efraín González Luna, de vez en cuando). marcaba las pautas, con el tiempo ese partido debió convertirse en institución, de dirección colegiada.

           Pero no fue así. Calderón, Fox y el mismo Muchacho maravilla lo demostraron: el autoritarismo reinó e impera.

           ¿A quién o quiénes consultó Marko, para lanzar su tromba hacia el mismo PAN?. A nadie, ni siquiera, es de entender, al despacho de estrategia política de Juan Manuel Oliva, que asesoró al PRI hace poco en Monterrey.

               Algún panista @, ilustrado me puede decir que la institución cuenta con órganos colegiados. Sí, lo sé y entiendo; pero una es la teoría en el libreto, que los dirigentes ocupan para sentarse y otra es la realidad aplicada que, como ahora, viene a resultar pifia y no solo eso, sino autoflagelo descomunal.

    A estas alturas de la realidad panista, alguien se preguntará que cómo, con tumbos y pifias anteriores Marko resultó reelecto hace poco.

       La respuesta no es un misterio, salta a la vista con entender que esos candidatos “amarran” hacia adentro del partido, un grupo al que prometen o dan posiciones y ya tienen mayoría. Para eso sirven las famosas redes sociales que operan por dentro.

         Nadie adivina las consecuencias de la autoflagelación en el PAN,si los consejeros se quedarán como que la Virgencita les está hablando, si habrá correctivo institucional para quien dio tan gran tropezón o dejarán pasar los acontecimientos como si nada hubiera ocurrido.

           Una consecuencia del traspiés cortesiano, pudiera ser, sin tocar los reglamentos o apoyados en ellos, que comiencen a moverle el piso a quien tiene los pies nada firmes.

     Mientras tanto, en Palacio Nacional hay una persona que se frota las manos y tiene pendiente un agradecimiento.

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