La clausura de la remodelación de la zona hotelera en el bulevar López Mateos ha resultado molesta para quienes pasan por el lugar, pues el polvo que generan las jardineras rotas se suma a la mala apariencia que dan.
Y es que sobre el Eje, en la cuadra que va de Pampas a Mérida, cuatro jardineras quedaron a medias en el proyecto de remodelación. Y justo el lado que da a la banqueta quedó roto.
Pero la defensa ecologista que logró salvar diez árboles de las jardineras, dio pie a que se clausurara la obra, que detenida, sigue dando problemas.
Mariana Domínguez Vaca, gerente del Bigoli Restaurante, el único negocio que se encuentra en la cuadra afectada, dijo que desde hace cuatro meses que el polvo de las jardineras les afecta.
“Para nosotros sí representa un muy grande problema la situación de esas jardineras, como está enfrente de nuestro restaurante, y al momento que dejan la obra inconclusa el aire arroja la tierra directo al local”.
“Y esto hace que a cada rato tengamos que estar barriendo, sacudiendo y todo el día estar así”.
La regidora y presidenta de la Comisión de Medio Ambiente Sustentable, Beatriz Manrique Guevara, dijo saber que hay un procedimiento abierto y que “las medidas de remediación del daño las van a tener que hacer los hoteles” que hay en la zona.
