Vicente Guerrero ex Alcalde de León, tuvo la atinada visión de crear el SIAP; la Administración de Ricardo Sheffield buscó economías de escala con la monopolización en un Centro Único de Acopio (CUA) y se acercó a la solución. Bárbara Botello decidió licitar las rutas de transporte de basura y así destinar recursos públicos al transporte de residuos. Fue Héctor López Santillana quién en 6 años cambió el esquema financiero para echar a atrás la licitación existente para ahorrar recursos y mejorar considerablemente la calidad del servicio para ser lo que tenemos hoy: un super SIAP calificado bien por los ciudadanos leoneses.
El origen del problema de los residuos (basura) en nuestra querida ciudad somos nosotros los ciudadanos: no hemos logrado educarnos para transformar la basura de un problema a un recurso,de un gasto a un ingreso. Literalmente estamos tirando o enterrando nuestro dinero y crece rápidamente la cantidad de residuos que generamos. Es cierto que a consecuencia del crecimiento demográfico y desarrollo industrial tan acelerado que tiene León, tenemos rellenos sanitarios que nos afectan y a nuestro entorno. Desde los pequeños talleres de calzado y suelas, la circulación de vehículos de carga con caja abierta transportando cueros procesados en las curtidurías emitiendo olores y tirando aguas contaminadas sobre las calles, el manejo inadecuado de productos que contienen solventes, la no separación de los residuos en las escuelas y casas; todo contribuye a que el municipio gaste pilas de dinero en algo que parece se resuelve con poner las bolsas afuera de la casa.
La realidad es que la gente, el ciudadano común, quiere un cambio a la manera de tratar la basura, pero menos del 2% hace esfuerzos reales para separarla, “compostarla” o reciclarla. En un sondeo a 350 leoneses sobre el SIAP, la gente considera mayoritariamente la escasa o nula cultura nuestra de separar la basura. Las opiniones muestran un apoyo al gobierno municipal por el manejo de residuos. Es cierto, y con ella incluso generamos ya energía eléctrica. El manejo de las rutas y los horarios con aceptados por la ciudadanía con adecuadas calificaciones.
Pero el problema de origen insisto,somos nosotros los ciudadanos. Si no cambiamos nuestros hábitos los leoneses,es probable que los residuos crezcan al 15 % anual en la ciudad y de esto,menos del 3% de los leoneses la separamos o “compostamos”. Debemos evitar pensar nuestros residuos como “basura y cambiar de paradigma para que en lugar de pensar dónde seguir acumulando residuos que se hagan basura, pensemos en todas las posibilidades de recuperar, reciclar y reusar esos residuos que generamos,e incluso cómo generar empleos y aún ganancias de esto.
Hoy el SIAP es un activo para la ciudad; la gestión de Roberto Centeno logró concretar un modelo de operación efectivo. Hay cantidad de trabajo para que hagamos los ciudadanos y salgamos a depositar y separar; faltará incluir en las concesiones que las empresas participen en las campañas de separación de residuos y crear un Premio o Reconocimiento a las mejores prácticas en el manejo de residuos. Hoy están las bases para que el SIAP logre reducir más el subsidio público y transite como SAPAL- a una empresa generadora de ingresos y de valor, que siga en el camino de las energías renovables, que nos lleve a incentivos fiscales si logramos reducir consumos y reciclar la “basura”.
El SIAP es hoy un campeón en la gestión de los residuos, pero nos toca ahora a la ciudadanía transformar desde nuestra casa, la “basura” en un ingreso y no en un gasto para la ciudad. No será fácil, pues requiere cambiar patrones ancestrales de lanzar todo a la bolsa negra y olvidarnos del problema. Vendrán tiempos de cultura ambiental y participación ciudadana, para que no enterremos la basura y la devolvamos a la tierra para hacer carbono. Felicidades súper SIAP.
