Hace unos días se cumplieron siete años de la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, hecho que sigue cimbrando a la sociedad mexicana y que en su momento, también involucró al balompié mexicano.

Por medio de su columna en el diario Récord, Ignacio “Fantasma” Suárez lanzó un nuevo dardo a la Federación Mexicana de Futbol (FMF), éste relacionado con su falta de empatía e interés para con los clubes que no forman parte del selecto grupo de la Primera División.

Como muestra están los Avispones de Chilpancingo, el club que después de haber ganado su primer partido de la temporada 2014-2015 en la Tercera División del futbol mexicano, fue confundido y atacado por el grupo criminal que después desapareció a los normalistas.

Utilizando no sólo el documental ‘Los días de Ayotzinapa’ (publicado en Netflix), sino también el trabajo realizado por Román García para “Apuntes de Rabona”, el “Fantasma” recuperó el relato de lo sucedido la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre en la que el futbol mexicano se vio vulnerable ante el crimen organizado.

 

ATACADOS POR HOMBRES ARMADOS

De acuerdo con García, los Avispones realizaron una misa antes del partido que jugarían aquel 26 de septiembre de 2014, el primero de la temporada, ante Iguala FC. Esto motivó al grupo que venció por marcador de 3-1 pero que después de esta alegría, se enteró de las balaceras que tenían lugar en Iguala.

“El plan de ir a cenar tacos para festejar el triunfo se canceló. Lo mejor era ir directo de regreso. Los jóvenes futbolistas y el equipo técnico abordaron el autobús Volvo que los llevaría de vuelta a casa. Desgraciadamente no todos lograron llegar. ¡Y ninguno volvió a ser el mismo luego de aquella noche!”, señala el trabajo realizado por García.

En éste se destaca la historia del “Zurdito”, de David Josué García Evangelista, un jovencito de 14 años, integrante de los Avispones y quien pese a no poder jugar por una lesión en la mano, viajó con el grupo por invitación de su entrenador. Su madre, compañera inagotable en cada partido, no fue con él en aquella ocasión pero antes de la media noche, recibió un mensaje de su hijo, a quien percibió feliz por el triunfo que el equipo había obtenido.

“Aproximadamente a 15 kilómetros de Iguala, en el llamado cruce de Santa Teresa, el autobús en el que viajaban los futbolistas se recargó a un costado de la carretera de manera violenta: más de 200 disparos impactaron contra la unidad que se salió de control. En su interior, el chofer del camión, varios miembros del cuerpo técnico y futbolistas resultaron heridos. De los 26 pasajeros, 12 sufrieron distintas lesiones. El ‘Zurdito’ recibió un total de cinco balas, pero la que terminó por arrebatarle la vida, según el dictamen pericial, fue la que impactó en su pecho, cerca del corazón”.

Junto al “Zurdito” también murió Víctor Manuel Lugo “El Barcel, chofer del autobús, mientras que Miguel Ríos Ney, que recién había debutado, quedó gravemente herido: “Para qué te lo llevas si de todos modos se va a morir”, dijeron los policías federales al padre del joven, que en su auto particular, había viajado con otros padres de familia para apoyar a sus hijos.

Importante señalar que las familias de los jóvenes circulaban detrás del camión que trasladaba a los Avispones, en cierto momento, el camión siguió la carretera donde ya lo esperaba el comando armando que lo confundió con el autobús que habían tomado los normalistas, pero el resto de los automóviles fueron desviados.

En el documental de Netflix, el entrenador de los jóvenes jugadores, Pedro Rentería, mencionó como este grupo de hombres armados notó que el camión que habían atacado no era el que inicialmente buscaban: “¡Comandante, la cagamos es un camión de puros futbolistas!”… lamentablemente, el daño ya estaba hecho.

Esa noche murieron dos integrantes del equipo, un jugador y el chofer, mientras que un total de 12 tuvieron lesiones de algún tipo que después, fueron aprovechadas por directivos que prometieron apoyos y después dejaron al equipo a la deriva.

 

ABANDONADOS A SU SUERTE

Cuando la prensa estuvo involucrada, el gobierno del entonces presidente de la República prometió ayuda económica a Miguel Ríos Ney, una beca en la Universidad del Futbol y su inscripción al Seguro Popular para su rehabilitación, mientras que a su familia se le prometió un departamento y su inscripción al programa Prospera.

Nada resultó como se esperaba, pues como señala Ignacio Suárez en su columna:

“Del departamento que les entregaron fueron echados meses después por un despacho contratado por el Infonavit, ya que la SEDATU nunca realizó el pago del inmueble. La rehabilitación en el Seguro Popular nunca se dio, pues les dijeron que esta institución carencia de recursos y personal para otorgar esos servicios. Por si fuera poco, de los 600 mil pesos que sí les dieron, fueron insuficientes para pagar los gastos y honorarios de las cinco cirugías a las que fue sometido el joven Miguel, el Instituto del Deporte de Guerrero, que pagaba la beca en la Universidad del Futbol, sólo la pagó 14 meses y dejó de hacerlo”.

A la fecha, como agrega el “Fantasma”, tal parece que a la FMF ya se le olvidó que uno de sus integrantes, que un equipo de Tercera División, fue atacado y que dos personas murieron. Le han fallado a los suyos con su silencio, con su falta de empatía y desinterés ante equipos que como los de la Liga de Expansión, no tienen el dinero que se maneja en el Máximo Circuito.

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