El Presidente actual de nuestro País, desde siempre, no ha querido definirse porque en un plano de ambigüedad con el que se refugia ideológicamente, suma de todo: ingenuos, ignaros y hasta interesados en la dàdiva, al igual que empresarios amantes de una riqueza que no quieren sino acrecentar.
Pero aunque Andrés Manuel le ponga una tela de populismo a su hacer político, principalmente con la ayuda a la pobrería, no deja de asomar su verdadera ideología.
Si vuela como pato, tiene un plumaje de pato y grazna como pato,¡ese indiscutiblemente es un pato!.
Hoy ya no queda la menor duda que López Obrador es de una izquierda camuflada que, finalmente,por estos días, mostró su rostro verdadero.
Con motivo de la celebración del Grito de Independencia, trajo a la conmemoración, ¡qué paradoja!, al presidente cubano para, de paso, presionar a los Estados Unidos, respecto al bloqueo hacia el régimen de esa Isla.
Las proclamas en diversos puntos de México y también fuera de aquí o sea en embajadas, fueron lo que se dice “orquestadas “, esto es dirigidas desde una base de la 4T.Solamente los ingenuos no podrán entenderlo.¡Ya consideraron a su jefe un héroe!.
Luego el Presidente, para mejor posicionarse continentalmente, convocó a varios destacados izquierdistas del Continente, para darle cuerpo a un organismo que, según él, sustituya a la Organización de Estados Americanos, (OEA). Como a su llamado no acudieron todos los comprometidos, de todas formas AMLO, se erigió, de hecho, en un líder continental, de quienes ven en el socialismo, allegado al marx-leninismo, una opción.
Hagamos un paréntesis obligado por la historia, para recordar que México ya tuvo varios cabezas de izquierda; uno fue Vicente Lombardo Toledano.intelectual, teórico y práctico muy interesado tanto que fundó el Partido Popular Socialista (PPS), el que, debe precisarse, siempre subsistió a expensas del gobierno en ese momento, del color que fuera, lo mismo de derecha con Alemán, que de “izquierda dentro de la Constitución”, con López Mateos, como lo definiera en ese tiempo un senador oficial que luego se fue al Limbo electoral.
El otro líder de izquierda fue Làzaro Cárdenas del Río , quien ocupó la Silla del Águila seis años. (La 3T, que ahora le reconoce AMLO)No era un personaje culto pero sí un tenaz reformador social que creó, entre otras cuestiones,el gran y pequeño ejido, que fue y ahora con mayor razón, un lastre. Se pretendió, con este sistema controlar a la que llamaban “la masa” campesina,con los “comisarios” al frente que era acarreadores y manipuladores políticos.Cárdenas persiguió a la oposición sinarquista hasta el crimen, por el “delito” de honrar el Lábaro patrio, o sea la Bandera Nacional.
Otro líder, que nació con la izquierda y luego se zafó, fue nada menos que el dirigente de la CTM, (Confederación de Trabajadores de México), Fidel Velazquez.
Pues a todos ellos les ha sacado un pie, si no es que los dos, adelante López Obrador, convertido en líder izquierdista que engloba no únicamente a Cuba, sino a otros países del Continente; nada más se queda afuera Nicaragua, seguramente por el escozor político que provoca Daniel Ortega, hoy dictador-de izquierda-, ayer sandinista salvador frente al tirano.
Lo interesante del fenómeno político ideológico que representa López Obrador, está en que las fuerzas vivas de México se ven nada activas, o sea están paralizadas ante ese torpedo que ya está aquí. Los ricos cuidando sus fortunas, no pocos de los pobres estirando la mano y los partidos políticos enmohecidos con su rutina de acomodo.
Frente al anuncio de tempestad a nosotros simples ciudadanos o habitantes de esta tierra que queremos libre, ¿qué nos corresponde hacer?. Ya lo meditaremos en otra entrega, pues ahora he de darles una disculpa a los lectores ya que los propietarios de A.M., me asignaron un espacio de 500 palabras y parece que me sobrepasé.
