A raíz de la pandemia, los estilos y formas de aprendizaje se han modificado, así como la vida. Por eso es importante fijar prioridades para mantener la salud emocional de alumnos, padres y maestros, afirma Rosy Pérez Servín.
Durante la conferencia “Estilos de aprendizaje ¿cómo aprende tu hijo?”, la conferencista internacional en temas educativos y ganadora al Premio a la Mujer Guanajuatense, señaló que la pandemia ha llevado a padres y madres de familia a tener un papel más activo en la educación de sus hijos y a los maestros a realizar su labor a distancia.
“Hoy tenemos a muchos papás y mamás al borde del asiento y tirándose el cabello porque no logran articular acciones eficientes para cumplir con los requerimientos de su propio trabajo, atención y cuidado doméstico y el aprendizaje escolar de sus hijos, hay un clima de dolor, tristeza y enojo en las casas y algunos padres han optado por dar la espalda a la necesidad de sus hijos en una desesperada actitud de no entrar en conflicto con ellos, mientras otros viven conflictos cotidianos con dosis de violencia emocional, verbal e incluso física”

Destacó que se debe entender que cada individuo es único e irrepetible y que aprende de forma diferente por lo que los expertos hablan de los distintos estilos de aprendizaje que tiene cada individuo para aprender y estudiar.
Cada uno aprende de manera distinta aunque esté expuesto a la misma experiencia de aprendizaje y esos estilos involucran elementos como motivación, personalidad y aspectos cognitivos”.
Añadió que existen varios modelos mediante los cuales se pueden entender los estilos de aprendizaje como: hemisferios cerebrales, cuadrantes cerebrales, programación neurolingüística y las inteligencias múltiples de Howard Gardner que se pueden instrumentar en el aula virtual y en casa.
Señaló que todos funcionamos la mayor parte del tiempo con los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho interconectados, pero todos tenemos un tipo de preferencia en el cerebro para trabajar y funcionar.
El trabajo del hemisferio izquierdo es secuencial, estructural, lógico, es el de los planes, el pensamiento analítico, causa-efecto, el organizado y matemático mientras que el derecho es el flexible, el que puede imaginar y crear del que dependen las habilidades sociales”.
Agregó que aún hay escuelas y padres de familia que piensan que un buen estudiante es el que tiene buenas calificaciones en matemáticas, lenguas y ciencias, y si son buenos en deportes, arte o danza se preocupan porque consideran que lo eficiente para la vida tiene que ver con la estructura academicista en las asignaturas duras o formales.
Del modelo de programación neurolingüística se vio que todos tenemos diferentes maneras de procesar la información que llega por canales distintos como la vista, el oído y el tacto.

“Hay niños que desde chicos aprenden mejor cuando leen o ven la información representada gráficamente en su cerebro y que ahora con las aulas virtuales y la educación a distancia se ha privilegiado más el aprendizaje visual que el auditivo y deja fuera a los kinestésicos que trabajan a través de las sensaciones y que lo que se aprende con la memoria muscular es difícil que se olvide”.
La experta recomienda:
La también ganadora del Premio Internacional de Ensayo Ludwing Von Mises, recomendó a los papás observar a sus hijos para identificar las características para su aprendizaje y fomentarlo utilizando elementos adecuados por ejemplo si es visual: películas, dibujos, vídeos y exposiciones; si es auditivo que escuche narraciones, haga lecturas en voz alta y participe en entrevistas y debates del tema que esté viendo y si es kinestésico que toque y sienta las cosas para poder aprender.
En cuanto a las inteligencias múltiples comentó que el investigador Howard Garder planteó 7 y después agregó dos: inteligencia lógica matemática, lingüística, espacial o visual, musical, corporal kinestésica, interpersonal, intrapersonal, naturalista y existencial.
Howard dice que todos somos inteligentes de muchas formas y quien no es excelente en matemáticas puede ser un estupendo líder de trabajo, mientras que quien no logra sobresalir en un deporte puede ser un pintor maravilloso”.
Garder dio algunas pautas para desarrollar las inteligencias: La lingüística se favorece con la lectura, escritura y juegos de palabras; lógico matemática con experimentar, resolver enigmas y hacer cálculos; espacial con diseñar, dibujar y garabatear; Intrapersonal con fijarse metas, planificar y reflexionar; naturalista con el cuidado del planeta y la crianza de animales; la musical con cantar, silbar y entonar melodías; la kinestésica con el movimiento y la Interpersonal con dirigir, relacionarse y comunicar.
“Cada persona tiene diferentes maneras de aprender pero si queremos entrarle al desarrollo integral de hijos y alumnos no se trata solo de favorecer los aspectos en donde son talentosos sino de implementar actividades en todas las áreas para que los talentos en donde no han destacados también se vean favorecidos”.
Destacó que las emociones son un elemento importante que se tiene que revisar y reconocer como decisivo y determinante de la esencia del aprendizaje en el entorno familiar.
“Se deben fijar prioridades, lo que está en juego hoy es nuestra supervivencia, eso es lo que nos tiene que ocupar, debe cobrar importancia el tema de sobrevivir con sus dos implicaciones fundamentales: mantener la salud y la seguridad. Cuidar el aspecto emocional de todos los integrantes de la familia y recordar por encima de todo que la pandemia es temporal y las huellas emocionales serán para siempre”.
