León.- El destino le tenía preparado un horizonte verde esmeralda.

En 1990, Edgardo Fuentes no tenía pensado que saldría del Puebla, equipo en el que había salido campeón, menos que llegaría a un club recién ascendido.

Me dijeron es a León o regresas a Chile, así fue mi llegada, sí o sí”, comenta el zaguero sudamericano.

Una aventura esmeralda

Edgardo vio la conformación del plantel con muchos jugadores jóvenes y un cuerpo técnico también de poca experiencia comandado por Víctor Manuel Vucetich y el preparador físico Miguel Ángel Ramírez.

Sin embargo, vi a muchos de esos jóvenes con deseos de sobresalir y confié en hacer un buen trabajo”.

Para el León, la temporada 91-92 fue un torneo en el que mantuvo la calidad que había mostrado un torneo atrás en el que por cuestiones del reglamento de competencia no calificó a pesar que hizo más puntos que otros equipos que sí lo hicieron.

Teníamos también jugadores de experiencia como el “Chato” Ferreira y Tita, así que se apuntaló bien el equipo”.

Ruta compleja

Para lograr el título la Fiera tuvo que vencer a Pumas, Cruz Azul y Puebla, siendo para Edgardo los últimos dos duelos de un significado diferente.

Fui jugador de Cruz Azul por seis años y había sido campeón con Puebla dos temporadas atrás, resultó ser muy especial para mí”.

El duelo contra Cruz Azul se definió de forma dramática y contra Puebla resultó ser muy cerrado. 

Puebla quería aprovechar los primeros minutos y se fue al ataque, nosotros en la defensa sabíamos que debíamos soportar eso, pues el calor y el esfuerzo les iban a cobrar mucho”.

Final histórica

Fuentes y Turrubiates se combinaron la zaga central esmeralda en la Final, “teníamos enfrente al “Búfalo” (Poblete), vaya jugador”.

Edgardo Fuentes en la Final de la 91-92 entre León y Puebla. MexSport.
Edgardo Fuentes en la Final de la 91-92 entre León y Puebla. MexSport.

Conforme pasaban los minutos, el partido se convertía en cuestión de un gol. Si caía a favor, ganabas; si caía en contra, salías con las manos vacías. Nosotros estábamos bien físicamente, eso lo sabíamos y siempre hablamos entre nosotros de nos desesperarnos”.

Edgardo supo el rol que tenía que tomar a esas alturas del juego. “Yo era de experiencia, de los que menos que debía fallar, pero el equipo se comportó, siempre mantuvimos la idea del orden hasta que vino el gol de Turru”.

Recuerdo el centro desde la izquierda al área y veo claro aún cómo Carlos empujó el balón, mi primer pensamiento fue “cero errores atrás, cero errores””.

Siguieron los minutos hasta que cayó el autogol de Rivera y se liberó la tensión. “En ese momento supe que seríamos campeones”, afirma el zaguero.

Un día que siempre recordará

Para Edgardo Fuentes nada como el triunfo y más cuando se da jugando en casa.

Impresionante lo que vi en las tribunas del estadio, las banderas, la gente, ese apoyo incondicional que siempre estuvo con nosotros”.

El destino le marcó así a Edgardo la jugada, le movió el balón hacia el León y aquí lo hizo campeón.

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