León.- El cierre de fronteras debido al creciente número de casos de coronavirus en Europa aceleró el cierre de la edición 2020 del Rally Guanajuato, evento del que ayer, ya quedaba muy poco en León.
Tan sólo un día después de la clausura que se llevó a cabo con Sébastien Ogier en la cima del podio, prácticamente desapareció todo en el Rally Campus, una zona que bullía de actividad desde principios de la semana pasada.
Más o menos al medio día podían observarse sólo a algunos trabajadores retirando sillas y algunos otros artículos, las carpas se mantuvieron pero ya sin automóviles, sólo los contenedores en los que llegaron a principios de este mes y en los que también saldrán del país para llegar a sus respectivos destinos.
Pese a la premura con la que el sábado se anunció la determinación que había tomado el comité organizador, todos los equipos aceleraron su actividad, sólo quedó el coche del piloto mexicano Ricardo Cordero como recuerdo de una edición que este año fue distinta.

Y no sólo por las etapas que se agregaron, sino también por la expansión de este virus que le puso un sabor amargo al triunfo de Ogier, quien días antes se pronunció en entrevista y admitió que esta etapa del WRC en México no debió de haberse llevado a cabo.
