El Día de Muertos, una fiesta para celebrar la memoria de todos los Santos y Fieles difuntos, en donde las ánimas de los fallecidos regresan para disfrutar de sus platillos favoritos.
En la cultura mexicana tiene su más colorida representación en la celebración del Día de Muertos, en que la muerte se toma como una nueva etapa en donde el muerto viene, huele, prueba, escucha, camina y observa el altar en el que se recuerdan los gustos que tenía en vida.
Para ello las ofrendas que se coloquen en un altar contienen una serie de elementos que invitan al espíritu a realizar un viaje desde donde se encuentra al lugar que venera su paso por la tierra.
Entre los elementos más representativos del altar se encuentran aquellos que eran del gusto del difunto o bien elementos que le brindan paz y tranquilidad ahora que partió.
Tales como la imagen del difunto, las ánimas del purgatorio, el arco, agua y objetos personales, entre otros, todos ellos con un significado en especial.
En este día se entiende a la muerte como un renacer constante, como un proceso que nos hace comprender que los que hoy estamos ofreciendo seremos mañana invitados a la fiesta.
