En la ciudad y su periferia, sobre todo en las salidas hacia otros municipios, se pueden encontrar diversas cruces al lado de la carretera, en la calle, en una casa o hasta en los camellones, las cuales simbolizan la muerte de una persona.
Sin embargo, son pocas las personas que llevan flores a éstas o se recuerda el lugar de aquel fatal accidente o cuando se desmayó para no despertar, pero a cada paso que se da sobre las calles se puede encontrar una de estas cruces.
El dolor que dejan las personas que se han ido ocasiona que la gente ponga una señal en el lugar donde falleció el familiar, pero muchas de estas cruces son ignoradas por la mayoría, pero no son víctimas de vandálismo.
Las hay de todo tipo, pero todas tienen en común el dar a conocer el nombre y la fecha de nacimiento y fallecimiento de la persona, además que no hay distingo de sexo o edad, pues se pueden encontrar jóvenes y viejos por igual inscritos en esos pequeños mausoleos que indican el funesto destino.
Hierro, hojalata, madera todas están a la vista, los familiares no las veneran porque lo que queda de los cuerpos está en otro lugar, sin embargo, ahí en ese sitio es donde en un instante la muerte se dejó ver en mal momento.
También existe quien realiza dibujos, de asuntos religiosos principalmente, para guardar la memoria de los que han fallecido en un lugar, ante esto nadie levanta la voz, porque aunque no se diga el respeto por la muerte es grande en este País.
Esas cruces que hay en la carretera, calles, esquinas que están en la ciudad, representan el trágico final que a algunos les tocó probar.

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