Celebro como muchos el que Morena haya aceptado que la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados sea presidida por la segunda fuerza política del País: el PAN. La izquierda histórica, el PRD, fue por décadas “mayoriteada” sin pudor por el PRI. La mayoría absoluta y relativa priista, también provocó que otras fuerzas políticas como el PAN no pudieran participar activamente en decisiones democráticas o en la formación de Comisiones. Esta práctica la criticamos y combatimos la sociedad, como se pudo y con los años, el resultado fue una legislación que permitía se alternaran las fuerzas políticas.

Pero ahora Morena y su mayoría arrolladora quisieron practicar lo que tanto criticamos: no “prestar el balón” a las fuerzas minoritarias de la oposición. ¿Cuál es la importancia de que un partido tenga la Presidencia de la Cámara? El Presidente de la Cámara de Diputados es el Presidente de la Mesa Directiva y ésta es el órgano interno encargado de conducir, administrar y representar a esa institución. Quien ocupe dicho cargo, es el garante del fuero constitucional de los diputados y vela por la inviolabilidad del Recinto Legislativo; conduce las relaciones institucionales con la Cámara de Senadores, con los otros dos Poderes de la Unión y con los poderes de las entidades federativas. De ese tamaño es la importancia. 

De allí el que Morena (como antes el PRI) quisiera retener por medio de Porfirio Muñoz Ledo, la Presidencia. Además, con eso tendría la representación protocolaria de la Cámara en el ámbito de la diplomacia parlamentaria. Al dirigir las sesiones, debe lograr que haya equilibrio entre las libertades de los legisladores y sus grupos parlamentarios y el cumplimiento de las funciones constitucionales de la Cámara, esto es, controlar la Cámara.

Durante las dos semanas anteriores, fue tal la agitación interna entre los diputados de Morena, que los más radicales (como Dolores Padierna) quisieron imponer la hegemonía en la Presidencia, en contra de quienes -más moderados y recordando la historia-, estaban dispuestos a cederla a la oposición panista. Al renunciar Porfirio Muñoz Ledo a presidir, se abrió el paso al relevo. Con esta decisión, Porfirio dejará una huella importante en la construcción de la pluralidad en el País como lo hizo en 1988 al crear el Frente Democrático Nacional con Cuauhtémoc Cárdenas.

Al ser ahora presidida la Cámara por una opositora, la panista Laura Angélica Rojas, después de días de enfrentamientos políticos y medición de fuerzas parlamentarias, Morena es congruente con una lucha histórica de la izquierda mexicana. Aunque los panistas se impusieron junto con las bancadas de PRI, PRD y MC para evitar que Morena retuviera la Presidencia, se obligaron a descartar perfiles radicales de derecha en su plantilla de candidatos, con el fin de recibir los votos de Morena y sus aliados. Así, la propuesta del PAN alcanzó mayoría calificada con 349 votos favorables, 42 en contra y 37 abstenciones hasta la cuarta votación, en tres diferentes sesiones del pleno y cinco horas antes de que se venciera el plazo que marca la ley lograron integrar la nueva Mesa Directiva.

Celebro estos acuerdos. Es prevalecer el interés general de la Cámara por encima de los intereses particulares o de grupo. Han sido décadas de enconos y espectáculos tristes en la Cámara de Diputados y la sociedad está harta y quiere acuerdos en beneficio de todos. Deberán llegar tiempos en que sea el servicio a la Nación y no el poder, el que guíe las conductas de los representantes populares. Faltan más gestos que pide el pueblo: austeridad, reducción de prerrogativas electorales a los partidos políticos, limitación del fuero a diputados, reducción del número de diputados y senadores, acabar con privilegios en sueldos y prestaciones, así como partidas discrecionales que permitían corrupciones.

La 4T para hacer historia deberá seguir dando muestras, como ésta, de que no repetirá la historia de mezquindades que tuvo el PRI por décadas siendo mayoría. Deberá construir consensos y liderazgos más allá de la figura de AMLO y hoy la decisión de respetar la ley y permitir que un opositor presida la Cámara, es uno de esos gestos tan necesarios en esta transición que siempre buscó la izquierda mexicana.

 

* Director de la Universidad Meridiano

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