Don Aurelio Martínez Herrera fue un gran impulsor de la educación y del comercio de automóviles en León.
Quienes lo conocieron sabían de su carácter fuerte y decidido, pero también de su enorme generosidad. Siempre dispuesto a ayudar a los demás.
Fue un empresario del ramo automotriz. En la región, impulsó la apertura de diferentes agencias de automóviles.
Don Aurelio nació en la ciudad de Irapuato en el año de 1943. Era el más pequeño de seis hermanos y eligió la contaduría pública como su profesión.
Unió su vida en matrimonio a la de Gabriela Velázquez, con quien procreó tres hijos, Aurelio, Gustavo y Diego, quienes le dieron cinco nietos.
El primer negocio de autos de Don Aurelio, en León, se llama Correcaminos. Además, junto con su hermano Jesús, abrió la agencia Chrysler. Con este impulso, el hermano menor de la familia Martínez Herrera abrió siete agencias más de Chrysler y una en Lagos de Moreno.
Erick Fernández, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Autos en Guanajuato, platicó a AM que al conocer a don Aurelio, se dio cuenta que trataba de una excelente persona, con una trayectoria de muchos años en la industria automotriz.
Martínez Herrera fue uno de los pilares del sector en la región y líder de uno de los grupos de agencias más importantes en León.
El altruismo de don Aurelio quedó manifiesto al impulsar la creación de la Universidad De La Salle Bajío, el Tec de Monterrey y la Universidad Iberoamericana.
Su hijo del mismo nombre, actual regidor del Ayuntamiento, Aurelio Martínez Velázquez, describe a su padre como una persona de trabajo, de esfuerzo, de éxitos y fracasos.
Se le conocía también como alegre y con muchos amigos. Su prioridad era ayudar con el principio de que su mano derecha no debía saber lo que hacía la izquierda.
A pesar de haber quedado huérfano de padre y madre a los seis años de edad, don Aurelio salió adelante y ese ejemplo dio a sus hijos.
Aurelio hijo afirma que su padre fue un hombre de buen corazón.
“Le tocó sufrir mucho en la vida”.
Uno de sus amigos más entrañables, don Jesús Vázquez García, lo recuerda como un gran hombre que trascendió.
“Fue un buen ciudadano, un buen padre de familia y un gran amigo. Fue un gran padre de familia y un gran amigo, un hombre que supo darse a los demás”.
Vázquez García resaltó que durante un tiempo, don Aurelio fue líder nacional de los contadores públicos, así como de los distribuidores de automóviles Chrysler, ofreciendo un gran ejemplo de trabajo y perseverancia.
Pero no sólo con su familia y amigos se mostró como un hombre respetable y ejemplar, pues con sus empleados de la agencia Autobasa en Lagos de Moreno, deja un legado de admiración y de respeto.
Al respecto, Olivia Delgado, auxiliar administrativa de la empresa, indicó que don Aurelio era una persona estricta y sobre todo un buen líder, pues siempre procuraba hacer sentir bien a sus empleados y estaba cerca de ellos.
Los principales valores que Martínez Herrera dejó impresos en sus empleados, comenta Olivia, fueron el trabajo, la honestidad y la fortaleza.

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