Las guerras, la globalización, los malos gobiernos y las asimetrías económicas entre países, han incrementado los flujos migratorios de personas en busca de seguridad, oportunidades y nuevos horizontes. Las migraciones han generado una nueva crisis mundial para los gobiernos; aunque, brindan tanto oportunidades como graves problemas.
Pareciera como una ironía de la Historia que, justo mientras México enfrenta una de las peores crisis de su relación con Estados Unidos, debido a la migración, el presidente del Gobierno Español Pedro Sánchez Pérez Castejón estuvo en nuestro país para agradecer el trato que México brindó hace 80 años a los españoles republicanos que solicitaron asilo político. “& Huyeron de la persecución, de la violencia, recordemos que eso fue lo les pasó a los españoles en 1939& y, México los acogió, protegió y les dio un nuevo hogar, gracias a la política de asilo de éste gran país”.
El presidente Trump lanzó un misil a México, amenazando con imponer aranceles escalonados a las exportaciones hacia Estados Unidos, si el gobierno de López Obrador no frenaba la migración que cruza por el Suchiate hacia ese país. La amenaza cimbró al Gobierno mexicano por las repercusiones que tendría; sobre todo, después que las calificadoras asestaran el golpe a la deuda de Pemex y pusieran en perspectiva negativa la deuda soberana de México.
Pero, la pregunta obligada que flota en el aire es: ¿Sería la amenaza de Trump solo una balandronada de cantina, o aplicaría los aranceles sin recato alguno, tal y como ya lo hizo de manera franca e indiscriminada con China? El mantra de “Make America Great Again” le rindió buenos dividendos en campaña; pero, todo tiene un límite, sería difícil que previamente a las elecciones quisiera enfrascarse en una guerra comercial con Europa, China, México y los países que faltan. “Las relaciones con Estados Unidos son cada vez peores”: Putin.
Inmediatamente, al conocer de la amenaza, la Cancillería mexicana se trasladó a Washington para hacer la tarea del lobbying correspondiente. Trascendió que la aguerrida líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, sugirió que México resistiera, impugnara y peleara ante las instancias correspondientes, porque “en su percepción, todo era un bluff del Presidente”. Trump es muy dado a disfrazar las mentiras con verdades y las verdades con mentiras, finalmente la política y los mercados no tienen ética.
Finalmente, el Gobierno de México decidió optar por la prudencia y la negociación, en vez de la confrontación. Sin embargo, para algunos analistas políticos y partidos de oposición, fue una negociación humillante: “Doblaron a México”. Lo anterior parece una opinión de villamelones, porque es muy pronto para hacer un juicio, esto aún no termina, los aranceles solo se contuvieron por 45 días y no se sabe cómo va a terminar este entuerto. Es el principio de una nueva política migratoria, de una diferente relación con el Estados Unidos de Trump que ya no es confiable, tal y como están percibiendo Europa y el mundo entero.
Pero, ¿cuál fue el compromiso que México hizo para frenar la amenaza? En síntesis, se logró un periodo de gracia de 45 días para reevaluar la situación; nuestro país desplegará 6 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera sur para frenar el flujo de migrantes; además de lo anterior, el Instituto Nacional de Migración, INM, deberá registrar detalladamente cada migrante que entre a México y tendrá que permanecer en este país todo el tiempo que sea necesario, mientras Estados Unidos decide el estatus de los solicitantes de asilo político.
También, echarán de regreso a México a 8 mil migrantes que ya se encuentran en territorio norteamericano esperando asilo y se controlará a los 25 mil que ya están aquí. Pero, es necesario darle contexto al texto para aclarar lo de la frontera Sur. El tema de la migración depende de Gobernación, que fue una de las pocas tareas que le dejaron a la ex ministra de la Corte, Olga Sánchez Cordero.
La corrupción heredada en el INM y la impericia de Olga Sánchez hicieron que le pasara de noche su responsabilidad y no se dio cuenta que se le colaron 150 mil migrantes por la frontera sur. Ni idea tiene de su responsabilidad, tampoco conoce quienes fueron y de dónde vinieron o la ruta que siguieron&
Sánchez Cordero luce naif& viene envuelta en las sedas y terciopelos de la Corte a Gobernación, un trabajo duro, ejecutivo, rasposo, donde le queda muy grande la responsabilidad, porque no tiene oficio ni tamaños para dar certeza a la gobernabilidad del país, es lo que el sociólogo Thorstein Veblen llama “la ineficiencia entrenada”. El negocio del tráfico de migrantes que cruza para Estados Unidos es de 6 mil millones de dólares al año, dice Ebrard.
Donald Trump, a su criterio, decidirá en 45 días si México está haciendo buen trabajo; de no estar de acuerdo, entonces nos impondría la condición de “tercer país seguro”. Es decir, convertiría a nuestro país en una gran barrera para la población migrante que busca entrar a Estados Unidos. Entonces, esa nación evadiría la obligación internacional de brindar protección humanitaria a quien se lo solicite, y México sería su sala de espera de las gestiones migratorias.
La realidad atrás de todo esto es que México ya está padeciendo en la antesala de la Campaña de Donald Trump para la reelección, los efectos de la retórica racista y supremacista que lo llevó al triunfo; y, ésta es la oportunidad perfecta para obtener el rédito político de haber cumplido con la imposición del Muro. Y, no mintió: México está pagando el Muro, Trump lo hizo más grande y sólido: todo México es el Muro, empezando desde el Suchiate hasta el Bravo. Además, es también la oportunidad de mostrar su nueva arma de guerra, el arsenal económico: la imposición unilateral de aranceles, sin reglas, vale todo, solo gana Trump y el adversario no obtiene nada.
