Stephanie Herfel sentía un dolor extraño en su abdomen y le recetaron calmantes para aliviar la molestia. Sin embargo, su perra, una husky llamada Sierra, sabía que le sucedía algo más y trató de alertar a su dueña de la única forma que podía: llamar su atención.
De acuerdo con el portal de noticias TN, puso su nariz en el vientre de su dueña y olfateó tan intensamente que pensó que se había derramado algo en su ropa. Lo hizo una segunda vez y luego una tercera.
Después de esta última, Sierra se fue y se escondió”, explicó la mujer.
Después la mujer visitó al ginecólogo y a través de un análisis de sangre con ecografía, le informaron que tenía cáncer de ovario en estadio 3C, una fase avanzada de la enfermedad.
La reacción de mi mascota fue impresionante, agregó.
Herfel se sometió a una histerectomía completa (extracción del útero) y perdió el bazo.
Le debo la vida a mi perra, realmente ha sido un regalo para mí. Nunca se ha equivocado, afirmó la mujer.
Ahora Herfel está libre de enfermedad y en un régimen diario de quimioterapia oral como parte de un ensayo clínico, aunque se pregunta y se preocupa por si Sierra podría oler el cáncer pese a este tratamiento.
