Israel.- Uno de los sueños de esta mujer era poder convertirse en madre, así que decidió recurrir al tratamiento de fertiización in vitro.

Liat Malka era maestra de kínder.

Una mujer soltera llamada Liat Malka sintió el deseo de convertirse en madre cuando tenía 35 años pero después de haber visitado a diferentes médicos, se enteró que producía muy pocos óvulos, lo que eso dificultaba que al espera más tiempo, no pudiera lograr un embarazo.

Después de enterarse en el 2009 de un caso en donde unos padres en Israel buscaban un permiso para poder utilizar el esperma de su hijo fallecido, Liat decidió que podría recurrir a un tratamiento de ese tipo para poder lograr quedar embarazada.

Vlad y Julia, padres de Baruch.

Liat se puso en contacto con los abogados de la pareja y fue así como se enteró que 4 años después de aquella entrevista, aún no habían podido utilizar el esperma, debido a que la mujer que ya habían elegido, decidió cancelar el contrato; Liat concretó una cita para conocer a los Poznianskys y platicar con ellos para ver si podía ser ella quien quedara embarazada con el esperma de su hijo.

Durante la cita, la pareja llevó un álbum de fotos en donde le presentaron a su hijo Baruch Pozniansky, quien falleció en el 2008 a causa de cáncer.

Baruch era una persona brillante, espectacular. Pero es muy doloroso para mí hablar sobre él.”, contó Julia Pozniansky, madre de Baruch.

¿Quién era Baruch Poznansky y por qué murió?

A sus 23 años, Baruch estaba estudiando ecología en Technion, universidad situada en Haifa; un día notó que tenía una herida en el interior de su boca que no dejaba de sangrar, por lo que acudió con un médico y le diagnosticaron cáncer.

Baruch Pozniansky murió a los 25 años.

Para poder controlar el cáncer, Baruch tenía que someterse a quimioterapias pero al hacer eso, la producción de esperma podía diminuir o detenerse por completo, fue así que Baruch decidió que parte de su esperma se almacenara y congelara antes de iniciar el tratamiento para que en un futuro, pudiera  tener un hijo.

Dijo que si moría quería que encontráramos una mujer adecuada y usáramos su esperma para tener un hijo”, explicó la madre.

Después de dos años y de un largo proceso con sesiones de quimioterapia, Baruch falleció el 7 de noviembre de 2008 a sus 25 años.

El testamento que hizo antes de su muerte

Antes de morir, Baruch hizo un testamento biológico, documento que convierte en vinculantes los deseos de una persona sobre cualquier legado biológico. 

Shira convive y mantiene contacto con sus abuelos.

Escribió en él, su deseo de que su esperma almacenado fuera utilizado posteriormente para tener un hijo cuando él muriera, por lo que al morir, su madre comenzó la búsqueda de la persona correcta que ayudara a cumplir los deseos de su hijo, pero además, tenían que obtener un permiso con el tribunal israelí para poder tener acceso al esperma.

Vlad, el padre de Baruch y Julia encontraron a una mujer israelí de origen ruso que podría ser la indicada para iniciar con el tratamiento ya que habían logrado obtener el permiso, pero después de unos días, se llevaron una decepción cuando se enteraron que la mujer había conocido a una persona e iniciaron una relación, por lo que rompió con el acuerdo que había hecho con la pareja.

Otra mujer llegó a sus vidas, pero al iniciar con el tratamiento, después de siete intentos, no pudo quedar embarazada, por lo que la reserva del esperma de Baruch ya era muy poca y el esfuerzo de sus padres por conseguir a una mujer, se veía cada vez más complicado.

Quería que mi hijo siguiera viviendo, en algún lugar profundo de mi corazón quería que él volviera físicamente. Pensé que tal vez podría nacer un niño que se pareciera a Baruch.”, agregó Julia.

Su cita con Liat

A principios de 2013 cuando conocieron a Liat, Julia dijo que supo que era la indicada para traer al mundo a su nieto.

Era una joven bonita. La quise desde el principio, vi que ella era la persona correcta.”, contó Julia.

Baruch junto a sus padres.

Julia al mostrarle las imágenes de Baruch a Liat, decidió que aunque no lo haya conocido en persona, definitivamente quería ayudarlo en cumplir su deseo y fuera él, el padre de su hijo.

El inicio del tratamiento

Liat y la pareja firmaron los contratos en donde además de pertenecerle el esperma a Liat, se acordaron los arreglos para que Vlad y Julia pudieran visitar a Liat y a su futuro nieto.

Para proteger nuestros derechos de ver al niño. Lo estábamos haciendo no solo para cumplir la voluntad de Baruch, sino también para tener un querido nieto.”, explicó Julia.

Liat tuvo a Shira después de siete años de morir Baruch.

Liat comenzó el tratamiento pero su primer intento no tuvo éxito debido a los pocos óvulos, se sometió a un tratamiento con medicación para generar más óvulos pero en el segundo intento, nuevamente contaba con mu pocos óvulos, pero volvió a intentar por una tercera vez.

Lo fertilizaron y tenía que esperar un día y luego llamar para saber si se estaba convirtiendo en un embrión.”, explicó Liat.

Después de haber esperado el tiempo necesario de la fecundación, Liat se comunicó al hospital para preguntar si se encontraba embarazada o no y le informaron que sí estaba embarazada.

 

Liat le enseña fotografías de su papá a Shira.

Estaba en shock, no pensé que esto podía suceder, entonces, cuando pasó, simplemente no lo podía creer. Ni siquiera conocía demasiado a Vlad y Julia, solo los había visto dos o quizás tres veces.”, agregó Liat.

Durante su embarazo, Liat estuvo preocupada ya que el pensar que debía mantener una relación con Vlad y Julia mientras su hija crecía, le producía estrés.

Finalmente, el 1 de diciembre de 2015, siete años después de la muerte de Baruch, nació Shira.

Toda la familia de Liat y Baruch estaba emocionada por el nacimiento de Shira.

Era exactamente cómo la había soñado. Era tan bonita, no podría creerlo.”, dijo Liat.

Liat se comunicó con Vlad y Julia para contarles la noticia.

Sentí que mi corazón empezó a latir otra vez por primera vez desde mi terrible pérdida”, contó Julia.

Actualmente Shira tiene 3 años y aunque a su madre en ocasiones le preocupa que no tenga un padre, Shira está rodeada de amor y cariño por sus familiares. 

Shira tiene los ojos claros al igual que su padre.

Shira sabe que no tiene un padre, pero es muy querida y muy feliz”, agregó Liat.

Tras cumplir el deseo de Baruch, Liat está segura que Baruch amaría a su hija tanto como ella la ama.

Es preciosa, es inteligente, es feliz, es todo lo que podrías desear de un niño. Es perfecta, es realmente perfecta”, dijo Julia.

Shira a lado de su abuela Julia.

 

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