Celebran en Purísima la Semana de la Salud para Gente Grande y entre los asistentes encontramos la prueba de que el amor puede ser hasta que la muerte los separe, en la salud y en la enfermedad, como en el caso de Juanita y Lauro.
Con 24 horas de novios y 56 años de casados, Juanita Hernández se encontró con Lauro García a la edad de 14 años y él de 22, sin embargo se trató de amor, de amor a primera vista y para siempre.
Juanita y Lauro siempre se encuentran juntos y hace seis años que llegaron a DIF de Purísima para participar en las actividades para los adultos mayores. Juanita relata cómo le gustaba ayudar en la cocina de DIF, y luego participar en las clases de canto, baile y actuación, siempre con su amado Lauro.
Hace 2 años Lauro se sentía con algunos malestares, pero como él mismo dice:“Nunca le hice caso”, hace apenas un año se atendió y resultó con cáncer de próstata, aún así ha seguido adelante tratando de disfrutar la vida con su Juanita.
“No hay que hacerle caso a la enfermedad, hay que conocer lo que se tiene y atenderse, pero siempre seguir adelante, si te apachurras entonces sí te pones peor”, dice entusiasta Lauro.
Juanita reconoce a DIF como su segundo hogar y a todas sus compañeras y al personal como parte de su familia por los buenos momentos compartidos con ellas. A pesar de que la enfermedad de su esposo les impidió seguir usando la bicicleta como su medio de transporte desde Monte Grande en donde tienen su casa hasta el DIF, entonces optaron por el camión.
Cada día invertían 14 pesos con su tarjeta de descuento en pasajes, pero aunque era un gasto, la satisfacción de cantar y bailar valía la pena.
Fue hace nueve meses que todo cambió pues de un momento a otro Juanita tuvo que ser operada de la vesícula y se interrumpieron sus clases y su participación en DIF y con ella la de su pareja también.
Lauro y Juanita siguen juntos a pesar de los altos y bajos por los que han pasado y son ejemplo de una vida en la que compartiendo con la pareja el camino es mucho más ligero, es tal la entrega entre ellos que con lágrimas en los ojos ambos hablaron de lo felices que son y de lo agradecidos con Dios por haberse encontrado.
“Yo fui una hija no deseada y sufrí mucho a manos de mis abuelos, encontrar a Lauro es la recompensa que Dios me ha dado, si él no hubiera llegado a mi vida nada hubiera valido la pena, con él todo es siempre mejor y a esta edad lo que más le pido a Dios es que nos permita irnos juntos, porque uno u otro no sabríamos qué hacer solos”, dijo Juanita.
Lauro tiene 77 años de edad, Juanita 66, son padres de 12 hijos, de los cuales fallecieron dos niñas recién nacidas, tienen 38 nietos y 12 bisnietos. “La vida es una fiesta y nosotros la hacemos cada domingo cuando se reúne toda la familia en nuestra casa, es una familia maravillosa”, dijo Lauro con una sonrisa.

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