Gabriel Espinosa Íñiguez, quien renunció al sacerdocio para convertirse en activista y uno de los principales opositores del proyecto del Zapotillo, confiesa que el Arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago, quien fue su maestro de teología, le mandó a decir que no se opusiera a la presa que dará agua a León.

Asegura que la Presa del Zapotillo, que ya tiene 5 años de que se suspendieron los trabajos, fue mal construida, y que difícilmente seguirá adelante el proyecto.

“Recuerdo que me dieron una vez un recado del Obispo Emérito de León, Monseñor Guadalupe Martín Rábago. El recado me lo dio un Obispo auxiliar de Guadalajara. Martín Rábago me mandó decir que cómo es posible que un alumno suyo se oponga a que le den agua a León”.

El ex sacerdote asegura que la respuesta que le dio es que Acasico, Palmarejo y Temacapulín no se oponen a que se le dé agua a León.

QUIERE AGUA PARA TODOS 

Asegura que cuando realizaron la toma de la presa del Zapotillo, un 28 de marzo del 2011, acuñaron la frase de que el agua como un don natural para todos y para siempre.

“Por eso proponemos que el agua sea para todos, no para tres o cuatro empresarios de Jalisco y Guanajuato. No para una empresa española Abengoa que está en quiebra y que quiere construir un acueducto costosísimo y a parte resultará costoso el gasto de energía eléctrica que se generaría por 30 años para traer agua de la presa a León”.

El ex sacerdote asegura que el proyecto del Zapotillo no va a resolver el problema de abasto de agua para León.

“No se resolverá porque la vida útil de una represa es de 25 a 30 años, si es que se construye bien. Si se construye como se construyó la presa de El Zapotillo, y que tiene 5 años parada la obra, afortunadamente para los Temacapulín y de gente pensante de León, porque el agua en las ciudades debe llegar por gravedad para que sea sustentable” explicó.

El ex sacerdote nacido en Temacapulín, quien fuera párroco de la Basílica de Nuestra Señora de los Remedios, en ese mismo lugar, estuvo en León para hacer la presentación de un libro denominado “Temacapulín: Una Historia desde dentro”, que fue patrocinado por la Cámara de Diputados de la LXIII Legislatura, y el Consejo Editorial de la Cámara de diputados.

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