Muestra de servicio, de calidad humana y de compromiso con quienes más lo necesitan son los paramédicos de Cruz Roja, que en este compromiso de brindar apoyo trabajaron hombro a hombro con los voluntarios en la entrega de despensas en el estado de Guerrero.
Luego de que la población de San Francisco del Rincón se unió para atender el llamado de emergencia en beneficio de aquellos que sufrieron la inclemencia de las tormentas “Ingrid” y “Manuel”, y de que tan sólo en la delegación de Cruz Roja de esta ciudad se reunió la cantidad de 15 toneladas de víveres, se envió a la sede estatal a los paramédicos Ignacio Antonio de Jesús Hernández Garibay y Joaquín de Jesús Segura Jasso, quienes realizaron la entrega.
Esto fue posible también por la importante colaboración del señor Jaime Méndez, quien puso a disposición de la Cruz Roja un tráiler, con el conductor y el combustible necesario para llevar la mercancía.
Fue el diputado guerrerense Olaguer Hernández Flores, quien solicitó a los paramédicos de San Francisco del Rincón su apoyo para realizar la entrega de las despensas para las familias damnificadas. Con una semana de estancia en Guerrero, Joaquín e Ignacio fueron testigos de la tragedia sufrida en aquel lugar, de las necesidades extremas que estaba sufriendo la gente, además de que constataron la entrega de los víveres que donó la población francorrinconense.
“Fueron jornadas de trabajo difíciles pero nos movía el deseo de querer atender a la mayor cantidad de gente posible, caminos de 10 a 12 horas para poder llegar a una comunidad, con 2 a 3 horas de distancia entre una y otra ya encontrándonos en la sierra, y con caminos en los que en cada kilómetro encontrabas hasta 5 deslaves que hacían más complicada la circulación”, compartió Ignacio.
Ignacio y Joaquín llegaron a Guerrero el domingo 29 de septiembre por la noche, se ubicaron en Chilpanango, comunidad de Zumpango del Río en donde pasaron la noche, al día siguiente comenzó el trabajo, había que descargar el tráiler y armar despensas, 15 toneladas de productos para acomodar en la bodega por especie para comenzar a armar despensas que serían acomodadas en 4 camionetas de poco más de 3 toneladas y media cada una.
Ya tenían todo listo y el martes desde las 5:30 de la mañana comenzó el recorrido por las zonas de difícil acceso. Entonces directos a la sierra de Tlacotepec, 9 horas de camino para llegar. “Joaquín y yo nos tuvimos que dividir, cada uno a un tramo de la sierra para tratar de abarcar más comunidades. Yo comencé con El Caracol, que es el poblado más retirado en esta área, ahí entregamos 250 despensas y luego a bajar la sierra y a entregar 220 despensas más, mientras que Joaquín hacía lo mismo por el otro extremo”, recuerda Ignacio.
Las horas de trabajo impidieron que regresaran a Chilpanango y tuvieron que pernoctar en Tlacotepec para iniciar el trabajo el miércoles a las 7 de la mañana en otra sierra entregando más de 800 despensas, todo esto producto donado por la gente de San Francisco.
Cabe mencionar que en esta labor colaboraron otros dos elementos de Cruz Roja de Celaya, quienes también llevaron víveres.
Entrega complicada
“La experiencia fue difícil, darte cuenta de cómo vive otra gente, de las necesidades que de por sí tiene y agregar el hecho de que perdieron tanto y que no había manera de que solicitaran ayuda o de que pudieran buscar sus alimentos o el agua porque los caminos estaban inservibles. Algo que para nosotros es tan común como abrir una llave y obtener el servicio y que para ellos implica un largo recorrido, de verdad que esto me enseña a valorar cada cosa que tengo, la comodidad y la tranquilidad que tenemos es invaluable”, reconoce Ignacio.
Cruz Roja fue la primera ayuda que llegó a estas comunidades en Guerrero, la gente se encontraba desesperada recuerdan los paramédicos, para quienes escuchar los relatos de la gente que entre lágrimas hablaban de la esperanza de encontrar a aquellos seres queridos que estaban desaparecidos luego de que el río abriera cauce por la comunidad de La Colorada, en donde había 60 personas perdidas. “La impresión de escuchar a esa gente hablando de sus familiares perdidos y que a pesar del tiempo transcurrido la fe que tienen es impresionante y pensar que como paramédico quieres ayudar y con lo único que cuentas es con tus conocimientos y con las ganas de apoyar pues no había equipo ni medicamentos ni tiempo suficiente para abarcar tantas cosas”, dijo Ignacio Hernández.
Esta es la entrega de los paramédicos locales de Cruz Roja, quienes así como atienden en cada emergencia en la ciudad se entregaron para atender a los guerrerenses en necesidad, pues su espíritu de servicio está encauzado a resguardar la seguridad e integridad física de la gente.
DATOS
-Cruz Roja fue la primera ayuda en llegar a esta zona de Guerrero.
-15 toneladas de víveres provenientes de San Francisco del Rincón repartidos en despensas básicas, kits para niños, kit de limpieza y kits de higiene personal.
-Una semana estuvieron los paramédicos de Cruz Roja en Guerrero, entregando despensas a la población afectada.
-Voluntarios civiles apoyaron este trabajo, entre 20 a 25 personas en el grupo para repartir despensas.
-Con el nombre de “Por el Bien de la Sierra” se armó este programa de ayuda.
-Con 22 días sin centros de salud en algunas comunidades, comenzaban a presentarse enfermedades en los niños y no había medicamentos ni atención médica.
