Cuando “La Bestia” llegó a la Moto Fiesta León 2013, las miradas de propios y extraños se volvieron hacia el más ruidoso de los motores, uno de los más grandes y espectaculares de entre los miles y miles de bikers reunidos en las instalaciones de la Feria León.
“La Bestia” no es el más estético, pero sí el más imponente. Dos metros y medio de largo le hacen ocupar un espacio considerable entre sus colegas, se añade un motor potente, de tráiler, un 400 para mayor especificación. Con llantas adecuadas para soportar el peso y acarrear las diez velocidades diferentes, al tiempo un volante bastante manejable culmina con un sello pintoresco cráneo de toro con cuernos alargados le otorga la intimidación necesaria.
Miguel es el orgulloso dueño del triciclo, y es la segunda vez que apantalla a los leoneses con su presencia. “Está muy padre todo aquí, uno siente perrón que lo vean a uno, que la gente se ponga alrededor de ti, es otro mundo, no hay para comprar una Harley pero hay para hacer más cosas y “La Bestia” es mi orgullo”.
Junto a “La Bestia” cientos de bikers invadieron la ciudad, se apoderaron de las calles de León e hicieron su magna reunión anual en la Feria.
Ahí hubo de todo, desde los más longevos con sus motocicletas de hasta 50 mil dólares, hasta los niños que por primera rodaban encima de dos ruedas empujado por un motor.
Los atuendos originales de los bikers no se hicieron esperar, como el de “El Calavera” que tan sólo en ropa llevaba cerca de 7 mil pesos. Más allá de lo monetario, el colorido de una vestimenta que representa a la muerte, realza su pasión por rodar las carreteras de México junto a su Club Fantasmas de Jalisco.
