A pesar de que el sentimiento de soledad puede ocurrir prácticamente en cualquier momento de tu vida, a cierta edad tendemos a sentirnos más solos en la vida.
Una investigación de la Universidad de California en San Diego analizaron las respuestas de 340 estadounidenses a diferentes pruebas psicológicas que miden niveles de soledad y depresión. La mitad fueron hombres y la otra mitad mujeres en edades entre los 27 y los 101 años.

Un 76% del total mostraron escalas de soledad que iban desde niveles moderados hasta altos, algo que para los expertos se acerca a una especie de “epidemia de soledad”. Las edades en que los sujetos mostraban sentirse más solos fueron a finales de la década de sus 20 años, a mediados de los 50 y en los finales de sus 80 años.
Los investigadores piensan que sentir soledad entre los 27 y los 29 años tiene sentido porque se trata de una etapa de la vida en la que generalmente se ha terminado la carrera académica y uno empieza a cuestionarse hacia dónde va antes de iniciar los 30 años, si es momento de formar una familia o no y qué rumbo tomar en el ámbito profesional.

La soledad a mediados de los 50 años se relaciona con las crisis de la mediana edad, mientras que en los finales de los 80 años, la falta de familiares y amigos contemporáneos, además de los problemas de salud asociados a la longevidad, pueden provocar altibajos emocionales.
Sentir soledad está asociado con sufrir mayores niveles de depresión, ansiedad y estrés, además de que disminuye la capacidad de recuperación en cuestiones de salud, incrementa el pesimismo y empeora la salud mental.

Hay un factor sumamente interesante medido a través de las pruebas realizadas a los sujetos de la investigación: el nivel de sabiduría. Una persona de cualquier edad abierta a aceptar diferentes culturas, a convivir con individuos de otros orígenes y creencias, interesada en aprender y ayudar a los demás, es más sabio y, por ende, tiende a sentir menos soledad.