Ante la pila bautismal de la Parroquia de Santa Margarita, Valentina Amador Ramírez recibió por parte del párroco Juan Manuel, el primer sacramento.
Atentos a las palabras que el párroco pronunció, los señores Alejandro Amador y Berenice Ramírez, papás de la pequeña Valentina, se comprometieron a educar a su hija en la fe y amor a Jesucristo.
Para esta celebración religiosa, Ana María Ramírez e Ismael Zuñiga, fueron invitados a formar parte de la vida espiritual de Valentina, al fungir como sus padrinos.
Entre los momentos más importantes de la ceremonia, papá y padrinos prometieron a Dios siempre estar alertas de la vida de su hija, además de educarla con buenos principios y valores.
Convertida en hija de Dios, Valentina fue tomada en brazos de sus padrinos y en compañía de sus papás fue participe de una oración en su honor.
Con la bendición del Creador, papás y padrinos se dirigieron a un conocido restaurante de la ciudad, lugar que eligieron para disfrutar de una amena tarde de festejos en honor al bautizo de Valentina.
En este gran acontecimiento, los papás y padrinos compartieron la felicidad de saber que su pequeña Valentina a pasado a ser hija de Dios.
Por varias horas, los señores Amador Ramírez disfrutaron de una tarde de deliciosos platillos, acompañado de una especial charla, que hicieron de ese día una fecha para recordar por siempre.
Una tarde de encuentros con Dios, bendición y mucha fe se vivió en el bautizo de la primer heredera de los señores Amador Ramírez: Valentina.
Familiares y amigos fueron testigos de este emotivo acontecimiento en la vida de Valentina.
