Bella, joven y ganadora del Oscar, Emma Stone prueba una vez más su talento actoral en Maniac, que hoy estrena en Netflix.
Antes de despuntar con The Amazing Spider-Man (2012), Birdman (2014) y, sobre todo, de ganar el Oscar como Mejor Actriz por la película La La Land (2016), la actriz padecía ansiedad y ataques de pánico.
“Es normal no sentirse normal”, dijo la estrella.

Y ahora, en su primer protagónico en una serie, interpreta a Annie, una chica inestable, sumida en la depresión y adicta a la pastilla A, con la que pretende revivir sus traumas.
“No sería capaz de hablar por los demás, porque no sé lo que piensan, pero, como actriz, prestar atención a tu alrededor ayuda cuando te pones a trabajar. No sé si la sensibilidad es siempre necesaria, pero para mí ha sido muy útil“, opinó.
Sus propias experiencias, cuenta, también le han ayudado en Maniac.
“Para mí ha sido muy útil poder usar el influjo de todos los sentimientos que tengo. Estoy agradecida por haber encontrado la interpretación cuando era más joven: me resultó muy curativo para sacar al exterior todas las divagaciones que guardaba.
“Pero no es una técnica a la que siga recurriendo. Ahora que soy adulta tengo mejores herramientas”, afirmó.
En la serie, un experimento farmacéutico que promete resolver todos los problemas de Annie -y de otro puñado de incautos- justifica un viaje delirante por personalidades y realidades alternativas.
“Eso la hace tan excitante. Annie Landsberg es muy expresiva con la lucha que mantiene en su interior y, cuando la exterioriza, lo hace de una forma que no espera”, explicó.
“Me apasionaba contar esta historia en cinco horas y media en lugar de las dos horas que tradicionalmente dura una película. Me gustaban todas las personalidades de mi papel, porque por separado eran muy fuertes: ya había un gran reto en cada una”, añadió.
Los encargados de llevar a cabo la idea de Maniac son Cary Fukunawa (director de True Detective) y Patrick Somerville (guionistas de Leftovers) que recrean en esta comedia negra un mundo cercano al actual en el que son habituales los ensayos clínicos con fines farmacéuticos.
¿De qué trata Maniac?
Narra la historia de Annie Landsberg (Emma Stone) y Owen Milgrim (Jonah Hill), dos desconocidos con problemas que participan en las etapas finales de un misterioso ensayo farmacéutico diseñado por un médico (Justin Theroux) que detesta a su madre y controlado por una computadora emocionalmente inestable.
Annie está sin rumbo, obsesionada con la relación fragmentada con su madre y hermana; Owen, el quinto hijo de magnates industriales de Nueva York, ha luchado toda su vida con un diagnóstico controvertido de esquizofrenia.
“El dolor se puede destruir. Podemos resolver la mente”.
Ese es el planteamiento del experimento del doctor James K. Mantleray, quien someterá a los protagonistas a viajes a otras realidades en 10 capítulos con episodios cortos (de entre 40 y 20 minutos).
Basada en otra serie
Maniac está inspirada en una serie noruega que lleva el mismo título, solo que la original está ambientada dentro de un hospital psiquiátrico y el personaje principal es Espen, un paciente tímido posiblemente esquizofrénico que vive su día a día imaginando que en otras vidas llega a ser un vaquero, un héroe de guerra o un superespía.
Se reencuentran
Emma Stone y Jonah Hill ya habían trabajado juntos en la película Superbad (2007), dirigida por Greg Mottola, que cuenta la historia de Seth (Jonah Hill), Evan (Michael Cera) y Fogell (Christopher Mintz-Plasse), tres amigos que están a punto de iniciar su etapa universitaria. Cuando las chicas de sus sueños los invitan a una fiesta en casa de Jules (Emma Stone), no lo dudan ni un segundo y deciden aceptar. Eso sí, son los encargados de traer el alcohol. Y eso se convierte en un problema por culpa de su minoría de edad.
