“Enseñar es aprender dos veces” (Joseph Joubert). Y José Alfredo García Alejo, con 33 años de servicio como docente, aprendió miles de veces.
El profesor José Alfredo comenzó su labor de docencia en el año 1980, sus primeros alumnos fueron de la comunidad de Barrón, en el municipio de Salamanca.
Al encontrar en la docencia su verdadera vocación, le dio el coraje necesario para enfrentarse ante cualquier adversidad, y ante la falta en su momento de los recursos necesarios para enseñar.
A 33 años de servicio, el profesor José Alfredo define su profesión como una etapa de grandes satisfacciones, “Lo mejor de la docencia, el saber que junto a tus alumnos tú también estas volviendo aprender, pero lo principal te queda la satisfacción de saber que estas ayudando a formar a niños y niñas, que en un futuro se convertirán en grandes hombres o mujeres para la sociedad”.
Feliz de culminar una etapa de retos cumplidos, José Alfredo decidió acudir en compañía de su esposa Luz María Barreto Flores, de sus dos hijos, y de sus compañeros de trabajo, a la Parroquia de Santa Margarita, con la única intención de agradecer al Creador.
Atento a la palabra de Dios, José Alfredo agradeció el permitirle culminar con éxito una etapa llena de grandes logros, pero sobre todo de aprendizajes que jamás olvidará.
Al término de la misa, el profesor José Alfredo se traslado al restaurante Motril a disfrutar de una especial mañana.
Ahora los 33 años de servir a la docencia, por siempre quedarán en la memoria de José Alfredo, hombre que en 1980 decidió enseñar y aprender de sus alumnos nuevos conocimientos y siempre obtener de ellos la mejor calificación.
