Ya es complicado que los Bravos de León pierdan la posibilidad de disputar el juego de comodín de la Zona Sur en la Liga Mexicana de Beisbol, pero mientras ese factor de duda exista, la novena leonesa querrá esparcir seguridad durante la última serie del torneo de otoño cuando reciban a los Diablos Rojos del México.
Encaminados por Luis Carlos Rivera, los leoneses ostentan un récord de 25 partidos ganados por 26 perdidos en esta segunda fase de la temporada mexicana, con lo que actualmente -previo a la última disputa ante los Diablos- les alcanza para jugar el último boleto ante los Guerreros de Oaxaca como locales.
Y es que los Leones de Yucatán, los Diablos Rojos del México y los Pericos de Puebla ya tienen asegurado su boleto en la zona para la siguiente fase de la competencia, pero los Bravos, los Guerreros y los Tigres aún pelean por un par de etiquetas que les permita jugar entre ellos el compromiso de comodín.
Hasta antes de iniciar el primer choque ante los mexiquenses, los Bravos de León tendrían la encomienda del comodín ante los Guerreros, pero estos últimos poseen la misma marca de 23-30 que los Tigres de Quintana Roo, por lo que cualquier resultado jugará en demasía durante las últimas jornadas.
El mal camino
Sin embargo, en un caso más complicado, pero aún posible, los Bravos de León (25-26) aún podrían quedarse fuera de manera dramática, dado que si perdieran los tres partidos ante los Diablos Rojos en el Domingo Santana, dejarían de depender de ellos mismos para permitirle el beneficio al otro par de equipos que están pegados.
También, en caso de ser superado por alguno, los Bravos perderían la posibilidad de jugar en casa el juego de comodín.
Cabe recordar que en el pasado torneo de primavera, al final, los leoneses alcanzarían a superar a los Pericos en el juego de comodín para colarse hasta las semifinales de la zona, donde los Leones de Yucatán se convertirían en verdugos al propinarles una marca de 4-1.