La Asamblea Nacional de Francia adoptó una enmienda promovida por la Administración de Macron para prohibir en las aulas, el patio y las actividades extraescolares el uso de teléfonos móviles a partir próximo curso escolar.
La medida, que responde a una promesa electoral de Macron, se aplicará a las escuelas primarias e intermedias, hasta los 15 años, excluyendo el liceo, o secundaria.
Además, la ley da un margen para regular su aplicación, como dónde guardar los teléfonos -un casillero o cartera- o cómo castigar a quienes desobedezcan. Y permite el uso pedagógico de los aparatos.
La propuesta, pendiente de voto en el Senado, se aprobó con los votos de la mayoría presidencial. Asimismo, modificaría el artículo 515 del Código de Educación, adoptado en 2010.
“En las escuelas maternales, las escuelas elementales y los colegios, la utilización durante la actividad de enseñanza y en los lugares previstos por el reglamento interior, por parte de un alumno, de un teléfono móvil está prohibido”, según el texto original.
“Excepto en los lugares donde, en las condiciones que se precisen, el reglamento interior lo autorice expresamente, el uso de un teléfono móvil por parte de un alumno está prohibido en las escuelas maternales, en las escuelas elementales y los colegios”.
La mitad de los centros ya aplicaba la prohibición. La mayoría presidencial sostiene que el nuevo texto ofrece una base jurídica más sólida para afrontar un problema que la ley actual está pendiente.
El 93 por ciento de los menores de entre 12 y 17 años en Francia tiene teléfono móvil. Los legisladores argumentan que los teléfonos móviles favorecen el ciberacoso y exponen a los alumnos a imágenes de violencia y pornografía, además de disminuir la concentración.
Sin embargo, el problema, añaden, no es sólo su presencia en las aulas, sino en el patio, donde reduce la actividad física y limitar las interacciones sociales entre alumnos.
