“Nunca había visto morir a un niño, y me tocó verlo morir”, señaló Alejandro Lara Navarro, sacerdote a cargo de la parroquia de Las Criptas en la colonia La Moderna, quien fue testigo del asesinato de un joven de 14 años afuera del recinto, este pasado 7 de junio.

Lara Navarro contó esta historia durante la misa de desagravio a la que convocó el Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, y que se celebró en la parroquia junto a decenas de feligreses, este viernes a las 8 de la mañana.

El sacerdote, quien se encontraba oficiando una misa cuando ocurrió el atentado en el que también perdió una vida un hombre adulto, recordó que no es la primera ocasión que se registra un hecho sangriento en el entorno de la parroquia.

“En menos de un año, nuestra colonia y nuestra parroquia ha vivido 7 muertes violentas, el acontecimiento en la esquina de la gasolinera, y lo que pasó el día de ayer, empiezo a recapitular y me doy cuenta de la importancia y el valor de la vida. Me quedé pensando, ese niño tiene derecho a escuchar la voz de su madre, la abuela que canta, los goles que grita el papá, ese niño no tenía derecho a escuchar gritos de desesperación”, indicó.

Durante su mensaje en la ceremonia religiosa, el padre Alejandro hizo un llamado a la ciudadanía para colaborar con las autoridades para mejorar las condiciones de seguridad de Irapuato, señalando que las familias son las que deben cooperar para que se puedan cambiar la situación que se vive en la ciudad.

“Cuando llame al 911 para reportar a un hombre que ya había muerto y a un niño que estaba agonizando, me llené de mucha desesperación (…) siempre le echamos la culpa al Gobierno, pero también es responsabilidad nuestra en la educación y la formación de nuestros hijos y los jóvenes, tenemos que seguir trabajando, esforzándonos en esta formación integra”, concluyó.

 

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