Ser observado por más de 300 millones de personas es un dato que petrifica a cualquiera, pero no al Liverpool y tampoco al Real Madrid, protagonistas del último partido de la edición 2017-2018 de la Champions League.
Dicen que todos los caminos llevan a Roma, en este caso, 12 partidos pueden llevarte a Kiev, la capital de Ucrania, casi tan poblada como Madrid y sede por primera vez de un partido de esta envergadura.
Por tercera ocasión en lo que se refiere a la Champions, merengues e ingleses se enfrentarán en un duelo que para los de Zinedine Zidane, podría significar un hito.
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“La Liga ya se fue y nos queda jugar la Champions. Nos queda el partido más bonito. Estamos muy contentos por jugar la final”, aseguró Zizou, cuyo plantel está a las puertas de un posible tricampeonato histórico.
Aunque en La Liga no han gozado de la misma fortuna, la Champions ha sido harina de otro costal para los españoles, que solamente perdieron dos partidos durante la justa y tienen entre sus filas a Cristiano Ronaldo, máximo goleador de la justa con 15 tantos.
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El Liverpool de Jürgen Kloop no se queda atrás por ningún motivo. De los pies de Sadio Mané, Roberto Firmino y Mohamed Salah (cuyos botines ya son pieza del Museo Británico), están cuajando una campaña estupenda que los devolvió a los primeros planos pese a una cardiaca semifinal contra la Roma.
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“Hemos jugado mejor otras veces, no se llega a la final sin suerte. Lo vimos con el Real Madrid, ellos también necesitaron suerte”, destacó el alemán, quien seguramente desea modificar los resultados negativos que ha obtenido en finales europeas, ha perdido dos de dos jugadas.
Todo apunta a un lleno espectacular en el estadio ucraniano, sin embargo, los aficionados aún no tienen garantizada su presencia pese a tener boleto, pues los precios de los vuelos a Kiev se dispararon y llegan hasta los 3,000 euros.