El director de Proximidad Ciudadana, Julio González Borja, informó que de las cerca de mil 200 personas que forman parte de pandillas, el 50% de los integrantes son menores de edad, algunos miembros son niños de hasta 12 años.
Además, dijo que de acuerdo con el trabajo que se realiza por parte del área en las colonias y comunidades, han detectado a niños que desde los nueve años ya han tenido acercamiento con el consumo de drogas, mientras que quienes integran estos grupos vulnerables, ya tienen registros de faltas administrativas.

González Borja señaló que, por esta razón buscan trabajar con esta población, aunque lograr resultados por la falta de compromiso de los padres de familia es complicado.
“Los papás nos dicen, ‘llévatelo, te lo dejo’, tenemos que cambiar el chip, no hay colaboración de los padres, nos dicen que no tienen tiempo, no les importa, que ya no tienen remedio, a veces la mamá y el papá ya los dejaron”, comentó.

Agregó que estos comportamientos surgen en los hogares ante la falta de atención, así como por replica de comportamientos de los padres de familia.
“Los niños son un reflejo total del comportamiento del adulto, ellos son la sombra que copia a los papás (…) la violencia y la delincuencia se genera en casa, cuando genera violencia es porque algo está sucediendo dentro de su entorno, lo manifiesta con diferentes situaciones, con su lenguaje corporal o alguna proyección psicológica dentro de su comportamiento”, explicó.
Sin registro de huérfanos por homicidios
El director de Proximidad indicó que el tipo de situaciones y ambiente que rodea a los niños que comienzan a consumir drogas o a formar parte de los grupos vulnerables puede generar una inclinación de estos por la comisión de delitos.
“No sabes a dónde se van a inclinar un niño abandonado, no dudo que a las personas que han ejecutado, tengan una historia similar a un niño abandonado, si no detenemos este tema, no vamos a poder con él”, reconoció.
Aun así, dependencias como el DIF Estatal y el DIF de Irapuato no cuentan con registros de menores de edad que han quedado huérfanos ante los homicidios que se han incrementado en un 265%, en el caso de Irapuato, en los primeros tres meses de 2018.
Estas dependencias no cuentan con un registro de las familias de las personas que han resultado asesinadas en hechos violentos, para poder atender a los menores, que se suman a la población vulnerable en los municipios guanajuatenses.
