Una sesión terapéutica con perros, abierta al público, fue parte de las actividades que AMONI, Atención y Motivación del Neuro Desarrollo Integral, preparó en este mes dedicado al autismo.
El vínculo terapéutico ágape, a través de la facilitadora Karla Reséndiz Arenas, atendió a más de 10 niños con esta condición psicológica, como parte de la serie de festejos que se preparan para celebrar el tercer aniversario de la escuela de autismo.

“Esta es una opción que vemos para ampliar nuestros servicios, las terapias con perros ayudan a los niños de diferentes maneras”, dijo Emilia Portillo, directora del centro AMONI
“Los perros son una fobia muy grande y común en los niños con autismo, y con esto queremos ayudar a vencer esos miedos”, agregó.
Durante la terapia se buscó crear vínculos afectivos entre niños y perros, para que los pequeños vean una forma diferente de aprender con juegos y con un lubricante social que en este caso, es el can.
“Para el niño que tiene terapias constantes, la figura del maestro se vuelve cotidiana, al momento de haber un tercer sujeto, que es el perro, lo sacamos de la cotidianidad y lo hacemos más divertido”, compartió Karla.
La facilitadora en terapia asistida con perros dijo que los canes son de gran ayuda para las personas y en especial para los niños con autismo, ya que los animales no juzgan a las personas y el contacto entre ambos entes es positiva.
Cualquier perro puede ser utilizado para las terapias, pero deben tener un temperamento ideal, que se descubre mediante unas pruebas en las que se averigua si son resistentes a estímulos fuertes, que puedan trabajar bajo presión y disfruten el contacto humano.
Durante la terapia se trabajó con los niños y los canes aspectos como la memoria, identificación de colores, tolerancia a la frustración, motricidad fina y gruesa, atención y capacidad de empatía.
