Cursos de automaquillaje, photo shooting y reglas de cortesía, etc. fueron algunas de las novedades que se implementaron en los preparativos de esta edición del Baile del Cotillón, con el propósito de refrescar el evento tradicional.

   Los socios del Rotario lo tienen muy claro: renovarse o morir, por ello, para este Cotillón, presentaron varios cambios. 
También en el evento hubo novedades: se colocaron, como en años anteriores, salas lounge para las debutantes y chambelanes, pero las complementaron con una cabina de fotográfica, que los jóvenes aprovecharon al máximo.

 

Uno de los cambios más notorios fue la elección de las coreografías, las que este año  quedaron a cargo de la joven bailarina Mariel Castro López.

La leonesa inyectó al evento modernidad a través de los pasos que los participantes ejecutaron, sin dejar de lado el sentido elegante y sobrio, sobre todo en las ocho piezas de vals que se eligieron.  

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