Tener una joya hecha de leche, para el recuerdo de la lactancia materna, es un trabajo artesanal que realiza la diseñadora de modas Brenda Denisse Contreras y por el cual está destacando a nivel internacional.

Desde collares, aretes y hasta pulseras para hombres y mujeres, son algunos de los accesorios que la leonesa realiza a un costo accesible y en los cuales sólo ocupa unos mililitros de la leche de la madre.

“También tengo un pedido especial, una mamá que perdió a su bebé en el vientre hace 24 años, logró obtener un huesito del pequeño y quiere conservarlo en una joya aunque no tenga leche”, platicó Brenda, quien agregó que también se puede trabajar con cenizas y trozos de hueso.

La historia de la original creación remonta al 2017, cuando la curiosa joven comenzó a investigar la fórmula para poder endurecer la sustancia natural, meses de esfuerzo dieron fruto y, en enero de este año, creó su empresa ‘Azul Turquesa’ e inició la venta por internet de las innovadoras joyas. Actualmente, Brenda Denisse tiene cerca de 50 pedidos, incluyendo unos que llegarán hasta Puerto Vallarta y la Ciudad de México.

El catálogo de diseños incluye perlitas, cubos, corazones y llaves, a los que incluso se les puede agregar un mechón de cabello, cordón umbilical del bebé, o bien un trozo de alguna tela para que adorne la joya y que ésta termine ¡siendo única!. Para complementar su trabajo, la diseñadora utiliza acero inoxidable, chapa o plata. Los costos de los productos van desde los 550 pesos hasta los mil 790, dependiendo del tamaño y diseño que el cliente elija.

Al hacer público su trabajo en redes sociales, Brenda contó que ha tenido tanto respuestas buenas como malas, pero eso no impide que ella siga luchando por hacer crecer su empresa.

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