Fraccionamientos residenciales cuentan con modernos sistemas de seguridad de alta tecnología conectados al Centro de Comando, Control, Comunicación (C4) del Municipio y los teléfonos de los residentes a través de una aplicación app. La meta, combatir a la delincuencia a como dé lugar.

En cuestión de segundos coordinan acciones de seguridad cuando detectan carros con registro de robo o placas sobrepuestas, para actuar de inmediato, son verdaderas aduanas urbanas; entre esos fraccionamientos se encuentran Jardines del Campestre, La Marina, Barranca del Campestre, Bosques del Campestre, Cumbres del Campestre, Balcones del Campestre, Club Campestre, Misión Cañada, entre otros que se han convertido en verdaderas fortalezas.

Por ejemplo, Jardines del Campestre cuenta en los accesos y salidas con 16 cámaras de vigilancia y un sistema tecnológico con lector de placas de los vehículos que entran, conectado al C4 para determinar si éstas corresponden a la unidad, están sobrepuestas o el vehículo tiene reporte de robo; en el carril de acceso para visitantes se solicita identificación, se toma una foto y existe un historial de cada una de las personas que acude regularmente, hay otro carril de acceso para los residentes. Los vehículos tienen una calcomanía con un chip que se conecta de inmediato al sistema de cómputo y da detalles de a quién pertenece, a qué hora entra o sale, además, envía una señal de alerta al celular del propietario de la residencia.

El control de acceso está a cargo de la empresa de seguridad KGB. Hay tres casetas de acceso, cada una con personal capacitado para detectar sospechosos e incorporar datos, además, en cada caseta hay un capturista, que registra los datos de los vehículos y personas que ingresan y un “monitorista”, que se encarga de verificar mediante cámaras de televisión los vehículos.
“Jardines del Campestre cuenta con tecnología avanzada. Hay un registro de visitantes que verifica placas en una base de datos compartida con otros fraccionamientos y el REPUVE (Registro Público Vehicular ) para validar que no tenga reportes de robo. Además se envía la información al colono de que un visitante va en camino a su domicilio, con fotografías, el colono puede interactuar diciendo que no lo conoce y se activa un operativo para localizar dicho vehículo”, explica el presidente de la Asociación de Fraccionamientos Privados de León, Antonio Ramírez Flores.
“Todos las placas de los vehículos que ingresan son enviadas a los “rondineros” (policías de seguridad interior) quienes verifican que llegue al domicilio que indicó en el registro”.
Están en colaboración
Además de la estricta seguridad para ingresar al fraccionamiento, a cargo de la empresa KGB, en Jardines del Campestre hay 12 clústeres y en cada uno de ellos hay una caseta de seguridad que funciona 24 horas.
Los residentes de cada clúster se encargan de contratar a la empresa que más les convenga, así que hay varias. En el acceso a la capilla de Nuestra Señora de la Luz, que está en el fraccionamiento, hay otra caseta de vigilancia que al igual que las otras está conectada a la de acceso y comparten información y vigilancia sobre cada una de las calles y avenidas del interior del fraccionamiento.
Cuando hay misa se permite el acceso a visitantes, previa identificación, pero se monitorea que lleguen hasta la capilla, salgan luego y que no sea una excusa para ir a otro domicilio.
Hay clusters como el San Pedro, que esá junto al bulevar Morelos, que cuenta con 16 cámaras de vigilancia en las calles, pero además hay residencias con más cámaras de vigilancia, bardas perimetrales y hasta cercos con cables de alta tensión.
“Al ingresar al fraccionamiento con un TAG (un chip adherido al auto), el sistema notifica al propietario el ingreso del vehículo, con lo cual podemos detectar alguna intrusión con vehículos de otra propiedad. El colono tiene también la opción de deshabilitar sus TAGS desde la aplicación”, explica el presidente de la asociación, Antonio Ramírez.
La aplicación cuenta con un botón de pánico que envía una alerta a la Caseta de Vigilancia e indica su localización.
“El personal que labora en el fraccionamiento ingresa con huella y el sistema avisa al colono el ingreso enviando fotografía desde el acceso”.
Cada colono tiene que llenar un formato de cada empleado que tiene en casa, con su foto y se registra su huella digital.
“Se tiene comunicación directa con el C4 para atender situaciones de emergencia de cualquier índole. Contamos con monitoreo a través de cámaras de seguridad para reforzar la seguridad.
“Lo más importante es que nuestro sistema tiene acceso a verificar en más de 30 fraccionamientos placas de vehículos que se reportaron como sospechosas o que cometieron algún delito”, subrayó Ramírez.
El sistema cuenta con un preregistro donde los residentes pueden anotar registrar a sus familiares para que no los entretengan en los accesos. El registro lo pueden hacer a través de una aplicación mediante la cual el propietario da su aval.
