Luego de haber escrito mis dos últimos trabajos sobre nuestra historia, en la sección dominical de este estimado Diario, ‘Vasco de Quiroga’ y ‘Templo del Hospitalito’, ahora continúo con otro tema muy interesante: ‘Las personas que han hecho historia en Irapuato’, de las que platicaré un poco.
Durante la inundación de Irapuato sufrida el 18 de agosto de 1973, la altura que alcanzó el agua en varias zonas de Irapuato, varió: en el edificio de la Presidencia Municipal, por encontrarse construido sobre una plataforma natural de tierra como de 90 centímetros de altura, alcanzó 15 centímetros de alto.
Para nuestra crónica, a partir del año de 1805 se iniciaron las clases en el ‘Colegio de la Enseñanza’, ahora el edificio edilicio. Año de 1876, siendo Presidente de la República Don Sebastián Lerdo de Tejada, devolvió a Irapuato este edificio y el espacio que ocupa actualmente la ‘Plaza de los Fundadores’, los que habían sido expropiados mediante las ‘Leyes de Reforma’ promulgadas por el gobierno del entonces Presidente de la República, Licenciado Benito Juárez, a partir del año de 1859.
En el año de 1876 el edificio pasó a ser el asiento de las autoridades civiles y luego municipales de Irapuato. Año de 1974, siendo presidente municipal de Irapuato el Doctor Roberto Sánchez Dávalos y luego de haber platicado con varias personas sobre lo acontecido el año anterior en lo que era la cocina del mencionado colegio, convertido su espacio en la tesorería del municipio, después de haber bajado el agua dentro de la presidencia municipal, y en el espacio que habían sido anaqueles excavados en los muros de la misma cocina, después la tesorería –y ahora lugar que ocupa la síndico del ayuntamiento municipal, Dra. Chachis Roque Díaz de León-, cubiertos años atrás con tablas de madera, al humedecerse los muros quedaron al descubierto dichas tablas humedecidas también, y al quitarlas se encontraron con cientos de documentos de los Juzgados Civiles que se encontraban en la planta alta del edificio mencionado y colocados en los anaqueles sobre tablas de madera, igualmente humedecidas aparecieron los documentos reguardados ahí.
El Tesorero Municipal, Lic. en Administración de Empresas Félix Arredondo –y posteriormente las C. P. Guadalupe Alarcón-, enterado de este problema, pidió ayuda a varias personas reconocidas con estudios y comprometidos con la historia de Irapuato.
Esas personas que ya habían intervenido en la recuperación de los mencionados documentos, fueron: el Licenciado Agustín Gutiérrez Macías, el Licenciado José de Jesús Gutiérrez, Don Martiniano Arredondo, Don Francisco Calderón y don Pedro Vargas Covarrubias las que, al ver tan gran tesoro documental e histórico, perdido y descuidado, se dieron cuenta que había que formar un espacio donde se guardaran esos documentos para, limpiarlos, ordenarlos clasificarlos y posteriormente estudiar sus contenidos. De esta situación nació la idea, que se concretó luego, de la formación del Archivo Histórico Municipal de Irapuato.
Con sus recomendaciones, el Doctor Roberto Sánchez Dávalos dio posesión al grupo de personas que iniciaron la formación del mencionado Archivo Histórico quienes fueron nombradas como ‘Comisión Organizadora del Archivo’. Ellas fueron: Licenciado Agustín Gutiérrez como presidente, Licenciado José de Jesús Gutiérrez, Don Francisco Calderón, Don Martiniano Arredondo como coordinador, Licenciado Aurelio Sánchez, Licenciado Amado Gallardo Frías, Don J. Jesús Félix Magaña y la Licenciada Luz María Vázquez de Funes, única fundadora que aún vive, gracias a Dios. Dadas las ocupaciones de cada uno de los miembros de este consejo, determinaron que Don Martiniano Arredondo era la persona idónea para convertirse en el director del Archivo Histórico Municipal de Irapuato. El mismo año, el Doctor Sánchez Dávalos fundó la ‘Casa de la Cultura’ local ubicada en la calle Berriozábal No. 161, el mes de octubre, como primer director, el Licenciado Rubén Pérez Vargas y el 5 de agosto del año siguiente el Doctor me nombró Director de la mencionada casa cultural.
El espacio inicial del Archivo lo fue parte de la misma tesorería con acceso por el pasillo lateral que da a la’ plaza de los fundadores’. La primera acción de la Comisión había sido anteriormente repartirse los documentos encontrados de los archivos de los Juzgados Civiles para asearlos, paleografiarlos, ordenarlos y devolverlos al Archivo para su colocación final en la estantería.
De estas personas recalco, no solamente sus capacidades individuales que fueron –y son-, muchas, sino otras más como, una, su amor y entrega en favor de la historia e investigación de Irapuato y alrededores; dos, el sacrificio que supuso el desprenderse de sus ocupaciones y familias para dedicarse a, estudiando los documentos encontrados, además de los propios y muy valiosos en sus bibliotecas ricas, ir sentando las bases para la recuperación -gran parte-, de la historia local; tercero, y muy importante, trabajar por difundir esa historia nuestra y tratar de interesarnos –enamorarnos-, de ella a la cual pertenecemos y que, con nuestro quehacer diario, continuamos haciendo historia como herencia para las futuras generaciones.
Sabemos perfectamente que, sin historia, el hombre no existe; es como el árbol que sin raíces no puede ser, ni existir ni valer, ni nada. Somos personas del presente en él que vivimos y trabajamos formando un futuro para todos, promisorio, pero que debemos estar conscientes que no podemos hacer a un lado nuestro pasado porque nos condenaríamos a vivir sin padre, sin madre, sin raza, herencias, recuerdos, nada que nos de apoyo en el pasado para asentarnos en el presente y nos remontemos esperanzadoramente hacia el futuro. No olvidemos que, en gramática –como en el hombre-, siempre hay un tiempo, el presente, pero está asociado ineludiblemente con otro tiempo, el pasado y otro más, el futuro. Las vidas de estas ocho personas forman un libro que pronto termino: ‘Personas que han hecho historia en Irapuato’ las que, junto con otros dos personajes de Irapuato, Don Pedro Martínez Vázquez y el Ingeniero Sebastián Martínez Castro, forman, para mí, el inicial grupo de personas que hicieron historia en nuestra ciudad y más allá de ella, existiendo más a las que hay que reconocer e historiar. Termino. Continuo en mi próximo artículo comentando más de estos personajes y de otros temas: ‘Irapuato, ciudad de las flores’, ‘Las fiestas de la Feria de Irapuato’ y más. Como siempre, acepto correcciones y sugerencias positivas de este trabajo y mi ofrecimiento para platicar sobre historia de Irapuato y/o llevar a grupos de personas al centro de la ciudad.
