El bulevar Las Joyas, en la que se gastaron 400 millones de pesos, se encuentra en el abandono.

La vía se ha convertido en una entrada más a la ciudad para conectar la autopista León-Aguascalientes con el bulevar Mariano Escobedo y Alonso de Torres, pero también en una trampa para los automovilistas ante la falta de señales y alumbrado público.

Dos de los puntos más críticos son el entronque con el bulevar Calcopirita, que es el que lleva hasta el bulevar Mariano Escobedo, y la intersección con la autopista León-Aguascalientes.

Los automovilistas que vienen de la autopista de Aguascalientes circulan a altas velocidades y sólo en el tramo donde se localizan las fábricas de Colinas de León hay anuncios de límites de velocidad de 60 kilómetros por hora y alumbrado público.

Pero un kilómetro antes de llegar al bulevar Calcopiririto, hay un descenso y una subida, lo que llaman “columpio”, detrás del cual los conductores se topan con el fin del camino.

No hay señales que adviertan a los automovilistas donde termina la vialidad. Esto ha generado accidentes, sobre el camellón del bulevar Calcopirita hay partes de vehículos abandonadas.

“Como no hay límites, utilizan el bulevar como pista de carrera. Los vehículos circulan a muy alta velocidad”, señala el guardia Benjamín Cortés, quien trabaja en la zona.

Otro peligro que enfrentan los conductores es que el bulevar Las Joyas no tiene acotamiento en algunos tramos y donde los hay está lleno de baches y es un peligro.

Antes de llegar al bulevar Calcopirita, de dos carriles se hace sólo uno debido a los baches que hay en la lateral.

En un recorrido de am se pudo comprobar los derrapones que hay en el concreto del bulevar Las Joyas de automovilistas que circulan alta velocidad y se encuentran de pronto con terminación del camino. También hay postes derribados, al parecer por percances, que nadie se ha molestado en reparar.

Otra muestra del descuido es que el camellón central del bulevar Las Joyas y sirve como tiradero de basura y de escombros. Amplias zonas del lugar muestras desperdicios y montones de tierra. 

Durante tres días consecutivos, en visitas al lugar, se pudo comprobar que nadie atiende los problemas.

Durante su administración, Bárbara Botello tramitó 350 millones de pesos de la Secretaría de Hacienda y gastó 55 millones de nuestros impuestos, para construir un bulevar de 2.9 kilómetros, que hoy luce olvidado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *