Alrededor de las 2:00 horas, del 28 de diciembre pasado, sonó el teléfono celular de Carlos.
Estaba en su cama y se levantó. No podía dormir porque esperaba la llamada de Karen, su esposa, de quien no sabía su paradero.
“¡¿Dónde está Karen?!”, oyó decir al otro lado de la línea. Era una voz femenina, entrecortada, parecía sollozar. “No sé, la ando buscando”, contestó Carlos.
“¡¿De verdad no sabes dónde está tu esposa!?”, insistió la mujer. Carlos dijo que le mandó mensajes, pero fue interrumpido: “Me habló una amiga y me dijo que algo le pasó, hay que vernos”.
Esto fue narrado por Carlos Iván Nolasco Cruz, marido de Karen, la joven argentina asesinada en un hotel de la Delegación Benito Juárez, horas antes de la llamada, y forma parte de su declaración ante el Ministerio Público de la Procuraduría capitalina (PGJ).
Con base en lo asentado en el expediente FBJ/BJ-1/UI-1S/D/7547/12-2017, Carlos aseguró que la mujer se llama Paula, y era amiga de Karen, a quien conoció a través de un conocido, hace 18 meses, en un bar de la Colonia Del Valle.
Según Carlos, colgó el teléfono y reportó al 911 la ausencia de su pareja.
Señaló que se casó con Karen el 27 de julio de 2017, y ella le prometió que dejaría de laborar como escort.
El día del crimen, Karen se citó con un hombre en la habitación 214, pero se presume no era un cliente. Ella conocía a su victimario, o por lo menos esperaba encontrarse con él.
La argentina, de 23 años de edad, acudió con un pants y sudadera deportiva negra, tenis sin calcetines y sin maquillaje.
