La cuesta de enero es el fenómeno más temido para el monedero de las amas de casa y las carteras de los jefes de familia, pues llega después de los diversos gastos ocasionados por las compras de pánico para los intercambios, regalos, cena de Navidad y convivio de Año Nuevo, mismos que dejaron en ceros la economía familiar de algunos.
Para muchos una de las alternativas más fáciles y seguras es acudir a las casas de empeño, donde las pertenencias de valor quedan en garantía, para ser recuperadas meses después.
“Venir a una casa de empeño siempre es un desahogo, y más cuando aún falta echarle la mano a los Reyes Magos”, comentó un padre de familia.
Los artículos que más se dejan en garantía son las joyas, celulares, licuadora y pantallas, razón por lo que es importante que este tipo de operaciones se realicen en establecimientos que cuenten con el Registro Público de Casas de Empeño (RPCE) para mayor seguridad de los consumidores.
Mismo registro que puede ser consultado a través de un listado proporcionado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en su página de internet www.profeco.gob.mx.
Además, Profeco recomienda verificar que el contrato contenga la descripción de la prenda a empeñar, el monto del préstamo, porcentaje que representa el avalúo, plazo máximo para desempeñar, la forma de pago, opciones de refrendo, así como las garantías que se ofrecen y las sanciones en caso de incumplimiento de ambas partes.
