Un total de 213 vehículos, algunos con valor de hasta medio millón de pesos, se llenan de polvo al aire libre en varias pensiones del estado.
Los automóviles fueron confiscados por agentes del Instituto de Movilidad cuando eran utilizados como transporte ejecutivo, sin permisos.
Del 5 de diciembre de 2016 a la misma fecha de este año se han decomisado y encerrado en pensiones 660 vehículos en León, Irapuato, Celaya y San Miguel de Allende.
En promedio, se decomisaron dos vehículos al día.
Sin embargo, 447 vehículos regresaron a sus dueños luego de pagar la multa establecida, que es de hasta 60 mil pesos.
En estos “cementerios” de vehículos se encuentran autos como Volkswagen Jetta, Vento, Versa Sonic, Logan Attitude y Hyundai i10.
Un conductor de Uber contó que estos coches son confiscados principalmente porque los choferes son “cazados” cuando trabajan el auto, pero desde afuera de la plataforma.
Los coches se quedan hasta cinco meses para que los dueños puedan reunir la multa, ya que Uber no los apoya.
“Es pérdida de dinero momentánea y del coche, pero a los dueños de estas plataformas no les perjudica porque tienen muchos más en la calle trabajando y cuando reúnen el dinero para la multa, van por ellos”, contó el chofer.
