En la lucha contra la violencia y desigualdad de género hacia mujeres y niñas, Lourdes Casares de Félix presentó su cuento “La niña que se hacía cada vez más pequeña hasta que desapareció”.
En las instalaciones de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Guanajuato (DHG) se dio a conocer el trabajo editorial que cuenta la historia de “Julia”.
El personaje principal del relato, en la que desde su propio hogar sufre de violencia psicológica por parte de sus padres.
“Es una violencia inconsciente, pero que se perpetúa de generación en generación, simplemente porque así ha sido siempre y se transmite de forma natural”, dijo Lourdes Casares.
“Lo que vivió la abuela es lo que vivió la madre y lo que vivirá la nieta. De esto trata este cuento trata, de hacer entender que no tiene que ser así, de cambiar los patrones”.
El sueño de la autora se vio realizado gracias a un proyecto que presentó como asociación civil a la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL).
La inspiración de Lourdes fue, en una parte, en las vivencias personales, pero también tomó comentarios o historias que escuchó en los diferentes ámbitos en los que se relaciona y que no distingue clases social.
La escritora dejó ver los efectos adversos que estas acciones pueden ocasionar en la salud emocional y desarrollo de las niñas.
Entre estos efectos qe pueden dar embarazos precoces por falta de madurez emocional, aislamiento social, falta de motivación para el estudio, autoestima baja, depresión e intentos de suicidio.
En el cuento también se abordan los estereotipos de género que hacen referencia a las creencias arraigadas en la sociedad, como modelos o patrones de conducta que definen cómo deben ser, cómo deben actuar y sentir los hombres y las mujeres en la sociedad, creencias que dictan los roles de hombres y mujeres.
“A las mujeres y a los hombres se les educa de manera distinta, restando oportunidades, mientras los niños juegan fútbol o hacen tarea, las niñas lavan platos, limpian o cuidan hermanos; ya desde ahí se ve la desigualdad y la discriminación”.
La licenciada Casares también habló sobre las mujeres en la escuela, que en muchas ocasiones no reciben motivación para continuar sus estudios y buscar la superación profesional, por la idea de que alguien proveerá económicamente por ellas.
Estas creencias impiden que ellas se vean como seres independientes y autosustentables.
Aseguró que si a los hombres se les educara para las labores del hogar y para que asuman los cuidados de la familia y las mujeres para que tomen sus propias decisiones con independencia y autonomía nos encaminaríamos hacia la igualdad.
En el cuento se invita a la comunicación entre los miembros de la familia con “Julia”, reconociéndola como una persona que merece respeto y reconocimiento y que tiene cualidades.
Invitó a que madres y padres a que expresen sus sentimientos y cariño hacia sus hijos, ya que no por ser hombres dejan de ser sensibles. “Se les debe demostrar con palabras y acciones nuestro sentir”.
“Hoy agradezco el espacio para que esta situación permeé y que ustedes difundan el mensaje y logremos vivir en un mundo de igualdad, donde hombres y mujeres aprendamos a respetarnos mutuamente y a trabajar juntos y juntas, en el espacio público y privado, en el trabajo fuera de casa y dentro de ella”.
