Morelia se distingue por la elaboración de ricos dulces tradicionales, entre otros aspectos.
Tales dulces surgen al fusionarse la cocina española con el folclore gastronómico de los indígenas.
Y para darlos a conocer, tiene un Museo del Dulce, que se localiza en el centro histórico de la misma ciudad.
Ahí, sus visitantes tienen la oportunidad de conocer los procesos para la elaboración de los dulces, que empezó en los conventos y monasterios, para luego extenderse a familias morelianas que transformaron su tradición dulcera en una actividad económica, dando inicio a la comercialización de dulces.
Además, pueden conocer cuáles eran las costumbres de los habitantes del México prehispánico, su variada y rica gastronomía, las especies vegetales nativas de nuestro continente y las que fueron traídas por los conquistadores, frailes, religiosas y demás expedicionarios del viejo mundo.
Lo anterior a lo largo de cinco salas, donde los espacios, los colores y los sabores se funden con las leyendas, la historia y la tradición.
En una de ellas hay maquetas miniatura de las tres grandes etapas de la dulcería moreliana, los conventos, las casonas y las primeras fábricas con maquinaria de vapor con la que se elaboraban los ates en los años 40’s.
Así que este museo puede ser una buena opción de entretenimiento para este fin de semana y más si quieres salir de la ciudad y escaparte a otra cercana.
Con información de:
https://callereal.mx/
https://www.zonaturistica.com
