Tina Landau daba instrucciones a través de un megáfono adentro del Teatro Palace, apenas unos días antes del estreno de un musical que ha tardado 10 años en concretarse.

Era un ensayo general de SpongeBob SquarePants: The Broadway Musical, y el elenco estrafalariamente vestido preparaba el final, al alistarse para crear música con instrumentos que incluían un trombón, guitarras, ukeleles y tambores tenor.

“No se sientan insultados si de pronto decimos: ‘finjan tocar, pero no toquen'”, advirtió Landau, la directora.

Intentaba contener la cacofonía. Eso no quiere decir que el musical, con un costo aproximado de 20 millones de dólares y basado en la caricatura Bob Esponja, de Nickelodeon, que convirtió a una esponja amarilla en una improbable superestrella, busque ser discreto.

La primera incursión de Nickelodeon en Broadway espera generar muchas olas: una producción extravagante, basada en su propiedad más preciada, con música de estrellas como John Legend y Cyndi Lauper, que hace uso de todos los recursos a su alcance.

La seria animada Bob Esponja se estrenó en 1999 y es vista en más de 200 países.

Stephen Hillenburg se inspiró en sus estudios universitarios de biología marina para crear la serie, que ha generado dos largometrajes, con un tercero en desarrollo, y ha producido más de 13 mil millones de dólares en ventas minoristas de mercancía.

De todos modos, la gangosa voz de Bob Esponja Pantalones Cuadrados y su optimismo incesante pueden volverse irritables en el transcurso de un programa de televisión de 30 minutos, ni se diga en un musical de dos horas y media en vivo.

Cyma Zarghami, presidenta de Nickelodeon, se mostró escéptica en un principio sobre la idea.

Cuando Landau fue invitada a presentar una propuesta, se negó rápidamente.

“Todo lo que me pasaba por la cabeza era una imagen de una especie de musical de parque de diversiones con gente ataviada con enormes botargas”, dijo.

Cambió de opinión después de que su agente le contó que Hillenburg sólo estaba interesado si el musical capturaba el espíritu independiente de la caricatura.

“Comencé a ver el programa para investigar”, dijo Landau. “Me di cuenta de que la serie en sí misma es bastante subversiva, muy psicodélica y extravagante y bastante llena de energía arcaica. Es un mundo donde todo es posible”.

Landau propuso un espectáculo que “explotara fuera del escenario”. Animales marinos serían interpretados por actores reconocibles como humanos sin ser abrumados por el vestuario. Y Landau quería una partitura de música pop creada por artistas prominentes.

El musical, que se estrenará oficialmente el lunes 4 de diciembre, enfrenta ahora su mayor desafío: convencer a los aficionados al teatro de que no es una novedad comercial orientada a niños.

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