Para mejorar la manera en la cual la iniciativa privada mexicana puede contribuir e influenciar en la negociación del TLC, los temas se agruparon en cinco cestas diferentes, según la afinidad y prioridad de las propuestas, explicó Moisés Kalach, presidente del Consejo Consultivo Empresarial para Negociaciones Internacionales (CCENI).
En la primera canasta están aquellas posturas que emanan de la Casa Blanca de Donald Trump, que promueven el “America First” y cierran el paso a productos mexicanos; en éstas se incluyen los cambios en los esquemas de inversión, reglas de origen en el sector automotor y otras iniciativas que supuestamente reducirán el déficit.
En la segunda canasta están aquellos asuntos de la modernización propia del TLC, requeridos luego de más de 20 años de vigencia del acuerdo y donde es necesario crear nuevos marcos más apropiados.
En la tercera se identifican intereses particulares de grupos de presión estadounidense, donde ciertos grupos buscan influenciar para ganar privilegios específicos, como es el caso de los minimis o la estacionalidad en los productos agropecuarios.
La cuarta incluye a temas que no estaban previamente en el acuerdo y que ahora existen, como propiedad intelectual y comercio digital e internet, dijo Kalach.
La quinta y última está relacionada con la agenda progresista de los países, particularmente de Canadá, con asuntos que tienen que ver con equidad de género, pueblos indígenas y derechos laborales.
“Esta nueva estrategia tiene un hilo conductor que nos hace intentar poner la atención y la solución correcta a cada grupo, lo cual nos ayuda a desarrollar una mejor manera de enfrentar la negociación”, explicó el empresario a REFORMA.
