A lo largo de su trayectoria política, Andrés Manuel López Obrador, líder nacional de Morena, ha enumerado como sus héroes a tres ex Presidentes, Benito Juárez, Francisco Madero y Lázaro Cárdenas. De éstos, Cárdenas, el principal izquierdista de México, aparece en su mente para moldear sus propuestas de Gobierno; sin embargo, López Obrador -según un editorial publicado por The Economist- parece entender mal cómo su ídolo dejó un legado tan duradero.

El ex Presidente Lázaro Cárdenas del Río es recordado sobre todo por dos logros. En 1938 se apoderó de campos petrolíferos propiedad de británicos y estadounidenses, y nacionalizó la industria. También promulgó una reforma agraria a gran escala dividiendo grandes haciendas en ejidos o colectivos campesinos. Estas políticas han demostrado ser duraderas. El Estado aún controla casi todo el petróleo de México, y los ejidos se mantienen en todo el campo.

El ex Presidente priista tenía un agudo sentido de lo que su hijo, Cuauhtémoc, ha llamado “la distinción entre lo popular y lo populista”. Lázaro Cárdenas, según el articulo firmado por el semanario inglés, buscó reducir la división social, no aumentarla. Rara vez incitaba al odio contra los rivales y perdonaba a 10.000 personas que se habían levantado contra el Estado.

Mientras que López Obrador, en cambio, es menos aficionado a los gestos unificadores, ya que como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México (2000-2006), se burló de los manifestantes contra el secuestro, señaló The Economist.

Por otro lado, Cárdenas también fue un orgulloso constructor de instituciones y, cuando asumió el cargo, su partido era poco más que una camarilla de generales de la Revolución Mexicana. Lo transformó en un movimiento con 4.3 millones de miembros, que se convirtió en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el cual detentaría el poder hasta el 2000.

The Economist acusó que López Obrador no podría ser más diferente a Cárdenas. Ha minado las instituciones democráticas de México. Después de una derrota estrecha en las elecciones presidenciales de 2006, se negó a conceder, alegando sin pruebas que el resultado fue fraudulento. Se declaró el “presidente legítimo” y dirigió protestas durante semanas.

También el editorial afirmó que el tabasqueño tiene poco uso para los partidos políticos, ya que luego de postularse dos veces como candidato presidencial del PRD, lo abandonó en 2012 para formar Morena como vehículo para su candidatura, y el semanario aseveró que es poco probable que disfrute de una mayoría legislativa si es elegido, ya que su actitud de confrontación le dificultará encontrar aliados para sus políticas.

En el exterior, López Obrador, dijo la publicación británica, se compromete a actuar “como el hermano mayor en América Latina”, no como el obediente hermano menor de los Estados Unidos. Sin embargo, Cárdenas basó su expropiación petrolera en cálculos precisos y en un celo nacionalista.

El editorial señaló que López Obrador aún se compromete a revisar cualquier acuerdp que considere “injusto”, sin pensar que no todos los presidentes mexicanos han disfrutado de la misma suerte que Cárdenas como fue durante su batalla contra las petrolíferas extranjeras

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