James Shaffer, guitarrista de la banda de nu metal Korn, admitió que tiene quién le pise los talones en eso de rasgar las cuerdas con furia.

 

“Mi hijo (D’Angelo Draxon) va a cumplir 5 en un par de semanas. Tiene una guitarrita a su escala y siempre me pregunta: Papá, ¿cómo toco una canción? Y yo le digo: Tienes que practicar lo suficiente.

Y sí, practica cada día. Se levanta y enchufa su guitarrita al amplificador. Le encanta descubrir sonidos, jugar con las notas, maravillándose con ellas. Aún no está en los acordes“, contó “Munky” en charla telefónica.

Shaffer, uno de los fundadores del proyecto autor de temas como “Got the Life” y “Alone I Break”, es considerado uno de los guitarristas más importantes del metal.

Sin embargo, no deja de asombrarse de los músicos más pequeños, como Tye Trujillo, hijo de Robert Trujillo, de Metallica, quien a sus sólo 12 años tocó el bajo con Korn en una gira sudamericana hace unos meses.

 

“Aún trato de sonar tan bien como él. Es mejor que yo. Tener el talento que tiene a una edad así… cuidado con él. Es inspirador verlo tener esa habilidad innata y su disciplina.

Es genial. Estoy muy interesado en ver qué rumbo toma su carrera”.

El cantante Jonathan Davis, Shaffer y compañía, serán la cabeza del cartel del Knotfest, que se llevará a cabo el sábado en el Foro Pegaso de Toluca, al lado de proyectos como A Perfect Circle, SlipKnot, Antrax y Cannibal Corpse.

 

“Disfrutamos mucho los festivales porque vemos a otras bandas y pasamos un buen rato con gente a la que no vemos a menudo. Los hardcore fans seguro disfrutan más las tocadas que sólo son nuestras, porque tocamos más.

Pero en los festivales vamos directo por nuestras rolas más poderosas. Es toda una fiesta”.

Un día antes, en el Hollywood Bowl de Los Ángeles, se llevará a cabo un concierto-tributo a Chester Bennington, de Linkin Park, quien se quitó la vida hace unos meses.

“No podré asistir, pero Jonathan (Davis) estará por ahí. Es muy triste lo que pasó. Tengo grandes recuerdos de Chester. Uno en particular en Sidney, durante un concierto de U2. La pasamos muy bien”.

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