Un policía de Nueva Jersey, llamado Dennis Palaia, se encontraba comiendo con su hijo mientras veía un partido de futbol americano en un restaurante de comida rápida. De pronto reaccionó de manera oportuna cuando un hombre que se encontraba a la mesa de al lado se estaba atragantando.
Palaia, de la Unidad de Patrulla Táctica de la Tropa “B”, se volvió un héroe inesperado.
Sin dudarlo, corrió hacia el hombre que tenía dificultades para respirar y comenzó a aplicar la maniobra de Heimlich.
Rápidamente envolvió los brazos alrededor del tórax del hombre y le dio cuatro golpes abdominales, que detuvieron la obstrucción y le devolvieron el aire.
Con información de El Debate
