La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) retomó el resguardo y custodia de los víveres en el centro de acopio en CU.

Esta decisión se dio luego que anoche, los estudiantes que colaboraron en la recepción, clasificación y distribución de la ayuda en el Estadio Olímpico Universitario llevaron a cabo una asamblea conjunta con las personas que habían desplazado el apoyo.

“En la asamblea se decidió entregar a la Universidad las instalaciones, el centro de acopio, así como el contenido que generosamente la ciudadanía y los universitarios habían donado”, informó la casa de estudios.

Esta mañana, la Dirección General de Prevención y Protección Civil de la Secretaría de Atención a la Comunidad de la UNAM recibió formalmente las instalaciones.

“El centro de acopio cierra sus puertas a partir de hoy, aunque se continuará recibiendo ayuda en las distintas escuelas y facultades que activamente participan en brigadas de apoyo”, indicó.

La Universidad garantizó que la ayuda terminará de ser distribuida a los sitios que más lo necesiten.

Ayer, la UNAM se deslindó de la responsabilidad del destino de las donaciones recibidas en el Estadio Olímpico Universitario.

El martes se realizó una asamblea con presuntos estudiantes que corrieron a empleados de la institución achacándoles falta de transparencia.

Aunque la intención de estudiantes y voluntarios hasta ayer por la tarde era defender y proteger el centro de acopio, considerado como el más grande del País, señalaron que los anarquistas intentaron volver, por lo que decidieron entregar todo lo recaudado a la Universidad.

“El grupo de choque convocó a una asamblea el día de ayer y lo que ellos querían era tomar el control de lo que nosotros estábamos llevando”, dijo Diego Luna, estudiante de Derecho y coordinador del acopio. 

“Lo que nosotros hicimos fue entregar el centro de acopio para evitar cualquier percance y que algo llegara ocurrir con los víveres que nos estaban llegando. Ya ellos (UNAM) se encargarán de llevar la ayuda a donde sea necesario”.

Desde hoy a las 7:00 horas, los víveres fueron trasladados por personal de Protección Civil y empleados de la UNAM, atendiendo demandas ciudadanas. 

Alumnos y voluntarios todavía llegan al sitio con deseo de ayudar o con víveres.

“Estamos muy enojados, tristes. Me siento llena de impotencia que por unos cuantos hayamos perdido un gran centro, tanta gente apoyando. Sumamente enojados los que sí ayudamos y no sólo venimos con ideas radicales”, expuso Andrea Díaz de la Facultad de Psicología.

En una conferencia realizada a las 11:00 horas, jóvenes que se identificaron como alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras reiteraron su inconformidad acusando falta de transparencia e intervención del Gobierno de Morelos, la Policía Federal y el Ejército en la entrega de víveres. 

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