Explica que durante la espera, tuvo alucinaciones en donde veía a niños jugando y cachorros. La actriz Adela, de 87 años de edad pasó más de un día entre escombros con la única esperanza de ser rescatada.

Adela Peralta. Imagen: NDTV.com

 

La actriz sufrió heridas durante las horas que pasó debajo de los escombros, a pesar de eso la energía de la actriz no se pierde, y para grabar  el video en donde se hablaba de su reaparición tras el sismo, llena de ánimo pidió “Maquillaje, cámaras y acción”.

“Estoy viva y a las vivas”, dijo Adela Peralta mientras sonreía conectada a numerosos aparatos médicos, a la agencia AFP. 

También pidió que le pintaran los labios, así como que la adornacen con un glamuroso sombrero y estola de animal print atigrada. Adela presenta dos fracturas en la columna y heridas en el esófago.

 

 

 

Antes de relatar su desaparición, los brigadistas ya la habían dado por muerta. Ahora, exclama con humor y al ritmo de: “Luces, cámara, acción”, para contestar entusiasta las preguntas.

Adela quien es madre de 3 niños es, en México, la payasita más veterana conocida como “Tiki Tiki”, personaje de nariz roja con el que hace reír a los niños, también ha sido vedete, humorista, maga, feminista comprometida y hasta campeona mundial de pesca.

Tiki Tiki, personaje de Adela Peralta. Imagen: El Telégrafo.

 

Ante la catástrofe que azotó a México el pasado 19 de septiembre, Adela piensa que lo suyo debe ser motivado por Dios.

“Soy un milagro de Dios”, asegura.

El edificio donde vivía en el extremo sur de Ciudad de México resultó intacto tras el devastador sismode 8.1 que llegó el pasado 7 de septiembre, pero el temblor del 19 redujo a escombros su departamento, el cual se ubicaba en la planta baja, y el cual quedó enterrado bajo una montaña de escombros.

“Cuando empezó a temblar, enfrente de mi tenía un espejo del tamaño de toda la pared y se desprendió una piedrota como de metro y medio y la puerta de la cocina tapó la entrada del departamento. Se apagó la luz y yo quedé recargada en una posición muy incómoda, nunca logré sentarme bien durante las 32 horas”, relata Adela.

Durante la interminable espera, además de preocuparse por su familia y a raíz de lo sucedido, Adela sufrió alucinaciones con niños que jugaban y cachorros.

“Pensaba en mis hijos, los tres, y pensaba yo, ¿vivirán? Oraba y oraba”, asegura.

Distintas personas se rescataron del mismo edificio, al inicio salían vivos, pero a medida que el tiempo transcurría (pasadas 30 horas), sólo salían cadáveres, entre ellos el de una abuela abrazada a su nieta, cuenta la hija de Adela, Sara Peralta.

En compañía de sus familiares, sonríe a la vida Adela Peralta. Imagen: Clarín.

 

Para soportar la larga espera frente a las ruinas, Sara tomó la varita mágica de su mamá esperando que apareciera. 

“¡Bibidi babidi bu!, que Tiki Tiki aparezca aquí”, clamaba apuntándola hacia los escombros.
“Creían que me había dado un ataque de histeria”, confiesa riéndose Sara.

Pasadas 30 horas, los brigadistas no registraban señales de vida y solo esperaban encontrar el cadáver de Adela, la última persona que quedaba bajo los escombros.

La misión de recuperar el cuerpo parecía imposible, por lo que muchos sugirieron retirar a los brigadistas e intervenir con maquinaria pesada para remover rápidamente las ruinas.

“Yo me puse como una perra” para evitar que eso pasara, afirmó Sara.

 

 

El Aplauso Más Esperado

Brigadistas. Imagen: El Universal.

Entre la penumbra, Adela escuchó una voz que le dijo: “Señora, no se vaya de aquí, la vamos a sacar”.

“Y yo me dije, ¿a dónde me podría ir, si no me puedo ni parar?”, relata Adela sonriente.

 

 

 

 

Afuera, el silencio a la expectativa que rodeaba toda la lúgubre escena fue por fin roto por un grito de victoria.

¡ESTÁ VIVA, ESTÁ VIVA”, anunciaban los socorristras entre euforia, mientras salí por un estrecho orificio la cabecita blanca, entre rocas y varillas retorcidas, un coro de ovaciones y aplausos respodió para cerrar la escena.

El hallazgo de la abuela quedó inmortalizado en un video filmado el 20 de septiembre por uno de los bomberos que participó del rescate.

“El aplauso rotundo y de alegría se sintió de toda la gente al saber que yo estaba viva”, recuerda Adela.

Ese aplauso fue “totalmente especial, fue un aplauso divino, totalmente maravilloso para mi corazón”, reconoce la actriz con voz quebrantada.

Ahora los únicos planes a futuro de Adela son: “¡Vivir, vivir, vivir!”.

 

Adela Peralta. Imagen: Infobae.

 

Con información de El Debate.

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