Rafael Puente del Río es congruente con sus conceptos y los emplea en cada cosa que hace.
El técnico debutante en la Primera División, con Lobos BUAP, mira a los ojos, se muestra frontal y expone su forma de ver el futbol, así es dentro de la cancha, con sus jugadores y también en la vida.
Argumenta las razones de intentar en varias facetas profesionales, no rehúye a los fracasos y asume tales tropiezos como parte de su formación.
Esa transparencia y el hablar con la verdad, valores que hoy ve no sólo escasos en el futbol, sino en cualquier ámbito, son los que el actual técnico de Lobos BUAP considera factores de su exitoso inicio como entrenador en el Ascenso.
Aún así, no se considera un triunfador todavía.
Puente Jr. se topa ya este martes con las Chivas, equipo del que fue directivo y cuyo proyecto no cuajó. La historia ahora es otra.

-¿De todas las facetas que haz emprendido en el futbol, será esta la de técnico la más exitosa?
“Todo depende, porque lo fácil es calificar el éxito como en esta, al decir que se logró un objetivo (con el ascenso) y a lo mejor la breve experiencia en Chivas fue un fracaso porque no se consiguió el objetivo.
“Yo siempre tengo muy claro lo que es el fracaso como tal, pero el fracaso que yo no me permito es el no intentar; ya después tu puedes conquistar un objetivo y evidentemente si no lo conquistas, sí se deberá calificar como fracaso, ese es un fracaso con el cual yo puedo vivir y estoy acostumbrado a lidiar con él”.

-¿Cómo en qué fracasaste?
“Fracasé en mi intento de ser futbolista profesional, porque no logré hacerlo acorde a mis expectativas, pero no me comporté contrario a lo que yo deseaba. Fracasé en ese intento de estar en Chivas mucho tiempo y en la intención desde mi trinchera de construir un equipo exitoso, pero si bien, el mío fue un fracaso, no me permití no hacerlo. Lo intenté y entregué mi vida por el proyecto en ese momento.
“Creo que como analista o comentarista me pude desempeñar de una forma exitosa, afortunadamente tuve un crecimiento importante, tuve un reconocimiento en la gente y logré que empresas de gran prestigio se fijaran en mi, que me permitieran portar un micrófono”.

-¿Y ahora como técnico?
“Como técnico tuve la dicha, bendito sea Dios, de lograr un ascenso, algo muy complejo en un corto tiempo, sin embargo, no lo considero algo como para calificar de exitosa todavía mi gestión como entrenador. Me falta muchísimo por demostrar y por aprender y cuando algún día esté en los zapatos de un técnico como Ricardo Ferretti, por ejemplo, entonces sí me atreveré a decir que sí soy exitoso.

– Da la impresión que como entrenador te vas a quedar, de que ya no experimentarás otra faceta, ¿es así?
“Sí, me apasiona esto, me he preparado mucho para desarrollarme profesionalmente como técnico, es compleja la profesión, es difícil. Lo único que tengo claro es que en mi esfuerzo, en mi dedicación, en mi constante capacitación no va a quedar”.

¿Cómo debe convencer un técnico tan joven y sin experiencia en su primer contacto, a un grupo de jugadores de que se puede alcanzar el éxito como por ejemplo, en el Ascenso?
“Yo creo que la transparencia y la frontalidad son dos valores que me han distinguido. Yo soy un tipo que dice lo que piensa y piensa lo que dice, al futbolista le hablo de frente y le soy honesto. Puedo ser asertivo y justo y le pido a Dios que me ilumine para así serlo, porque esos son dos valores trascendentales a los que todo técnico debe aspirar, sin embargo, con base a la verdad y a la del cuerpo técnico, siempre le expreso con claridad al jugador la verdad de frente, viéndolo a los ojos”.

– ¿Qué tanto ha pasado desde que pasaste por Chivas hasta tu etapa actual de técnico?
“Han pasado muchas cosas, muchas experiencias, algunas amargas, otras dulces, pero de todas absolutamente se aprende, todas te proveen de herramientas que te permiten abordar la vida de una mejor forma. Estoy viviendo un sueño del cual nunca quiero despertar y para nunca despertar de este hay que prepararse todos los días, hay que capacitarse constantemente y hay que entender que es una compleja profesión esta, que exige mucho, mucha retroalimentación, absoluta y total humildad y profesionalismo”.

– ¿Ahora como técnico haz visualizado en el futuro poder volver a trabajar con el Guadalajara?
“Evidentemente uno tiene objetivos, pero hoy sólo pienso en ser mejor todos los días, en ganar mañana el siguiente partido en puerta y voy así, en el día a día. Evidentemente en el mediano y largo plazo uno siempre tiene objetivos, unos los guardo para tu servidor, para mi cuerpo técnico, porque al final soy más de ocuparme del día a día, de aprender y ser mejor, de tener herramientas que le permitan a mis dirigidos desempeñarse mejor en la cancha”.

– ¿Qué piensas de lo que ha mostrado Almeyda?
“Me gusta mucho, respeta la idea de un equipo grande, que debe en cualquier cancha ser protagonista, ha convertido a Chivas en un equipo valiente, agresivo, en un equipo que es animador de los torneos, al que da gusto verlo jugar, sin duda me parece una extraordinaria gestión”.

– ¿Recuerdas la noche de tu debut como técnico en el Ascenso?
“Sí, pero no estaba nervioso, fue contra Mérida y perdí 5-1, fui víctima de muchas burlas. Leo mi Twitter y no me afecta. He desarrollado una capacidad para discernir entre la crítica que emana de la mala intención.
“Por ejemplo, aquí (en Guadalajara) en Chivas fui víctima de muchas de esas críticas, muchos de tus colegas me criticaron sin ningún sentido, sin conocerme y eso a mí, Rafa Puente, se me resbala. Además de la crítica que retroalimenta, que te ayuda a crecer, que te convierte en alguien mejor, esa la digiero, la hago propia y la encamino, la encausó de una forma positiva para mejorar”.

– ¿Un arranque así no te hizo titubear?
“Fue un golpe duro, por supuesto que lo fue, pero yo me mantuve firme, soy muy católico, creo en Dios y le pedí que me iluminara, le dije, ‘vengo cinco partidos, me estoy probando como entrenador, tampoco sé si me va a gustar o no’. Después de ese día y de esa derrota, decía yo mismo ‘hay caon, no sé si me gusta esto tanto como yo pensaba’ y creo que es normal, si en tu debut te comes 5 goles”.

– ¿Entonces llegaste a dudar?
“No, no a dudar, pero ante ese golpe duro sí le dije a Dios, ‘tengo un compromiso por cinco partidos y yo me comprometo contigo a entregar mi vida por que estos cinco partidos el equipo se comporte acorde a lo que pretendo, te pido que me ilumines para que después de estos cinco juegos me des la información necesaria para ver si esto es lo que yo quiero hacer de mi vida o si no lo es, ya sea por como lo ejecuto o por como lo disfruto, lo siento y lo vivo.
“Fueron esos cinco partidos muy enriquecedores, afortunadamente la breve gestión le gustó a la directiva y tomó la decisión de mantenernos en el cargo, iniciamos el siguiente torneo y en ese logramos ascender”.

– La noche que se logra el ascenso, ¿qué pasaba por tu mente?
“Me pasó por la cabeza el 1-0 (en contra) de ese partido, que viene de un error de Canales, que comete un autogol y ver como se sobrepuso a la adversidad, pero me pasó por la cabeza lógicamente el respaldo de mi familia que siempre me apoyó.
“El de mi mujer principalmente, que estuvo dispuesta a salir de la zona de confort que te provee una empresa como ESPN, porque yo estaba en ella y la verdad es que el haberme consolidado como comentarista me permitía tener un estatus al cual estuve dispuesto sacrificar, algo que para mí es fácil, porque perseguía mi sueño, pero para ella no tanto porque era cambiar de ciudad. En ingresos era el venir a ganar un 45 por ciento menos de salario de lo que tenía en ESPN, entonces a todo eso le doy y le di esa noche muchísimo valor por mi mujer y mis hijos que estuvieron apoyándome”.

ASÍ LO DIJO:
“Al final el que es exitoso para mí es aquel que sabe sobreponerse a las adversidades, el que es capaz de entender que se equivocó. Fundamental para corregir un error es la aceptación y no hay forma de corregirlo si no partes de ahí”.
Rafael Puente
DT de Lobos BUAP

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