Del gospel brasileño al reggaeton portorriqueño, pasando por el hip-hop holandés, la compañía de música por streaming Deezer está en busca de nichos de mercado que le ayuden a sobrevivir y prosperar frente a Spotify y Apple.

La firma francesa tiene pocas esperanzas de éxito si enfrenta cara a cara a estos dos gigantes en los reinos de la música de masas donde habitan Taylor Swift y Ed Sheeran.

En lugar de ello, se está centrando en géneros de música local en mercados de rápido crecimiento, áreas en las que puede llevarse el gato al agua fácilmente. Apunta a audiencias locales, aunque también quiere posicionarse ante una audiencia global como una alternativa “cool” al “mainstream”.

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Deezer Next, está poniendo en marcha equipos de “editores” locales para identificar talentos en géneros de nicho y crear contenido original al estilo de Netflix.

El objetivo no es sólo diferenciar su catálogo, sino también reducir su dependencia de las discográficas, que se llevan la mayor parte de los ingresos de los servicios de streaming. Tiene 40 editores a escala mundial y está reclutando más.

El consejero delegado de Deezer, Hans-Holger Albrecht, dijo que tiene en el punto de mira mercados de Latinoamérica, Asia y África que no están dominados por Spotify. Figurando solo Guatemala, Bolivia, Paraguay, Colombia, Nigeria, Senegal y Sudáfrica.

“Creo firmemente en la localización del contenido”, continuó, “mientras Spotify está principalmente enfocado en las listas de reproducción, nosotros apostamos por la diferenciación local y eso nos ha ayudado a ser número uno en Brasil”.

Pero encontrar el camino a la rentabilidad supone una colosal tarea para la deficitaria empresa gala.

Deezer comparte con el líder del mercado Spotify un modelo “freemium” con el que atrae a los usuarios ofreciendo un acceso gratuito con publicidad o el servicio completo por una cuota mensual de alrededor de 10 dólares al mes.

Sin embargo, sólo tiene 12 millones de usuarios activos, de los que 9 millones son de pago, frente a los 60 millones de suscriptores de pago de Spotify, y apenas factura una décima parte de los 3.000 millones de dólares anuales del grupo sueco.

Se espera que el mercado de streaming de pago crezca un 16 por ciento hasta alcanzar los 28.000 millones de dólares de ingresos en 2030, según Goldman Sachs.

“El streaming es un mercado muy joven, con una penetración global de sólo un 10 por ciento, así que aún hay mucho potencial”, dijo Albrecht.

Spotify también pierde dinero pero pese a ello está valorada en 13.000 millones de dólares por este potencial de mercado y por las expectativas de los inversores de que su base de abonados le permitirá negociar con los sellos discográficos unos royalties cada vez más bajos.

Spotify, una de las supermarcas de la era milenial, quiere salir a bolsa este año o el que viene y Albrecht dijo que Deezer también se lo plantearía si la colocación de la empresa sueca tiene éxito.

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