El sábado por la noche, Jesús asistió al encuentro de los Bravos de León, pero luego de anunciada la suspensión del partido, sus acompañantes aseguran que el joven se electrocutó justo antes de llegar a su auto al tocar un cable suelto en las instalaciones del estadio.
En 2009, Jesús Solís fue en vida alumno del actual director de la Comisión Municipal del Deporte (COMUDE), Antonio Rivera Cisneros, quien aseguró que en las instalaciones deportivas no hay cables sueltos.
“No hay cables tirados, antes de cada partido protección civil se encarga de la seguridad y nosotros no tenemos ningún cable suelto en el suelo, todo es instalación aérea”, señaló.
“Me siento consternado, fue mi alumno en 2009, lo recuerdo bien porque era inquieto y vivaz, participaba de forma activa en el deporte, ya hay un dictamen de la autoridad correspondiente donde se manifiesta que la causa de muerte fue un infarto de forma natural, que todas la unidades deportivas están verificadas plenamente, todas las instalaciones tanto dentro como fuera son seguras”, explicó Rivera, quien es responsable de las instalaciones.

De acuerdo con su opinión de médico “Cuando hay más de 30 por ciento de quemaduras, hay probabilidad de muerte, el no tenía ningún tipo de quemadura, confirmando que fue un infarto que se puede dar en los deportistas, de tal forma que Comude se manifiesta con tristeza”, finalizó.
La familia reclamó que hay una negligencia en cuanto al dictamen.
“Nosotros no tenemos ninguna negligencia, ya hay un dictamen que es irrefutable por parte de la Procuraduría y comprendo el dolor que pueda mostrar esto”
Según Rivera, en promedio luego de 360 mil horas de practica se presenta una muerte a causa del deporte, cuando una persona con menos de 35 años fallece por exceso deportivo, quiere decir que hubo una patología.
